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miércoles, 1 de junio de 2016

NECESIDAD DE ANUNCIAR​.-(por Manuel Armenteros)

Existe una clara correlación entre “conocer a Jesús de Nazaret y el anuncio de su Palabra. Pues todo conocimiento de Dios encierra esa necesidad de anunciarlo y testimoniarlo. La Historia de nuestra Iglesia y de sus Santos y Santas, confirma este hecho. Los Santos(as) de todos los tiempos, supieron armonizar el lenguaje de las obras con la predicación(la Buena Noticia de su Evangelio), por eso fue fecundo su apostolado.
El contenido principal del mensaje de Jesús, confirma y da plenitud a toda la Escritura Bíblica, haciendo presente ya entre nosotros El Reino de Dios, su Padre y en Él nuestro Padre, hasta  el fin de los tiempos. Este su Reino de amor, paz y gozo en el Espíritu Santo, tiene poder de convertir y transformar el interior a quien lo recibe. Y se ofrece a todos, de ahí que haya quedado sometido a un proceso de crecimiento y maduración, hasta que alcance total plenitud.  Este Reino de Dios, consiste en participar de la vida divina, que Jesús Resucitado y Glorioso nos ofrece desde su Palabra y cuenta con el Espíritu divino operante en Ella. Este Reino de Paz y Amor ha de llenar progresivamente el corazón de todo hombre o mujer, y crea ambientes apropiados donde esta vida pueda crecer y desarrollarse.
La vida humana de ayer y de hoy, se encuentra continuamente amenazada o perseguida; así como la libertad por su Verdad, oprimida, y su Justicia pisoteada. Esto es tan real y profundo que la persona no puede librarse por su propia fuerza…,”sin Mí, nada podéis hacer”, nos recuerda el propio Jesús.
El proyecto de Jesús de Nazaret para nosotros, se concreta en hacer “personas nuevas” sin perder su identidad, al transformar nuestro corazón por su Gracia y Presencia en él, con El. Y así cambia nuestra manera de relacionarnos con nuestro Dios y nuestro prójimo, cercano o alejado. Logrando un mundo nuevo, haciéndonos sujetos activos de esperanza, eficaces co-creadores, de su proceso Creador no concluido.

Tres Cantos (Madrid) a 28 de Mayo del 2016. Manuel Armenteros Martos.-

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