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viernes, 16 de agosto de 2019

Reflexiones sobre el Evangelio del 20 Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo C (Lc 12,49-53) 18-08-2019

"He venido a traer fuego a la tierra y cómo desearía que ya estuviese ardiendo", nos dice Jesús hoy. El Antiguo Testamento identifica frecuentemente a Dios con el fuego, que como puntualiza Isaías es devorador (Is 33,14..).
Dios se encarnó en Jesús para ser devorado por el pecado, rehén de la muerte, y vencer a ambos. Desde la Cruz, proclamó su sublime victoria, al asegurar la entrada en su Reino al ladrón que había creído-confiado en Él (Lc 23,43,). Con su victoria puso a nuestra disposición el Fuego, que ya no es devorador, sino participación en su Divinidad. Este Fuego tiene nombre: El Santo Evangelio.Todo el que lo guarda en sus entrañas, no solo no pierde la vida, al contrario, se hace con la Vida ahora y después de su muerte. Lo dijo el mismo Jesús: "El que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará (Mc 8,35 ).  Sin embargo.. por eso de que más vale pájaro en mano que muchos volando, no son pocos los que orillan el Evangelio y lo cambian por largas oraciones y pesadas prácticas que dudo que les llenen de la Presencia de Dios con todo lo liberador y sublime que ello conlleva. Estos pobres hombres se engañan a sí mismos y no parece que les importe mucho.. viven de rezos.. pero sin El Fuego.

(Antonio Pavía-Misionero Comboniano)
comunidadmariamadreapostoles.com

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