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martes, 10 de marzo de 2020

TEMOR DE DIOS Y TEMOR A DIOS


Mucho, y muchas veces mal, se ha enseñado y se ha hablado del “temor de Dios o temor a Dios”. Hablo de nosotros, los cristianos, pues lo que ni siquiera conocen a Cristo, no se les pasa por la imaginación, no les preocupa. 
Y es que en nuestro lenguaje español, tan rico en todo tipo de expresiones, palabras, modismos…, a veces hasta nos perdemos. 
Dios no es un Dios terrible, que nos espera para castigarnos y llevarnos a la perdición. Es un Dios todo bondad, mansedumbre, magnanimidad, infinitamente misericordioso. ¿De dónde, pues, esta sensación de miedo? Quizá porque en la lectura del Antiguo Testamento se nos presentó así…Hemos de considerar que los Libros Sagrados de la Escritura, son libros escritos en lenguaje oriental, que envía sus mensajes a modo de imágenes, que expresan los sentimientos; en nuestra cultura occidental, hija de culturas romana y griega, se sigue mucho más la literalidad del lenguaje.
Temer “a” Dios es considerarle como un “castigador”, vengador de los seres humanos, que infunde terror a sus enemigos, y al que hay que contentar con sacrificios, oraciones, etc., pero sólo eso. Ahí no hay amor. Y en los tiempos que corren, pesa tanto, que se le abandona. Pero es que ese Dios NO existe. 
El temor de Dios, el Santo Temor de Dios, procede del Amor. Y tenemos miedo, sí, pero no a Dios, sino a perderle, a causa de nuestros males. Por eso decía Jesús: “…Quien me ha visto a Mí, ha visto al Padre…”  Y entonces comenzamos a temer perder este Dios Jesucristo, que dio su Vida por nosotros. Nadie tiene más amor que Aquel que da su Vida por los demás. Ese sí es nuestro Dios. No hay religión alguna que tenga este Dios, pues es el Único. No hay religión más que aquella que ama y perdona al enemigo, al que te difama, al que te calumnia, al que te hace mal. Sólo Jesucristo es así, y así nos enseña a amar. 
Tengamos entonces “temor” a perder este Dios. Entonces no nos costará acercarnos a Él con la confianza de un hijo, pues conoce nuestro barro, nuestras debilidades. 

(Tomás Cremades) 
comunidadmariamadreapostoles.com

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