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lunes, 19 de octubre de 2020

Pero a mí me das la fuerza de un búfalo

Del Salmo 91

Pero a mí me das la fuerza de un búfalo y me unges con aceite nuevo.
Mis ojos despreciarán a mis enemigos,
Mis oídos escucharán su derrota.

El primero que derrotó a nuestro enemigo fue el Señor cuando en el desierto desprecio todo lo que Satanás le ofrecía, y nos dio a todos el aceite nuevo, el Evangelio, para poder nosotros también derrotar a nuestro enemigo. Ya no puede engañarnos. Y creceremos como un cedro frondoso en la casa del Señor, el cedro frondoso es para dar cobijo a nuestros hermanos y que todos sean capaces de derrotar a nuestro enemigo. 

El Evangelio es la fuerza que tenemos nosotros los débiles.

ÉSTE ES NUESTRO DIOS

Carmen Caleyo

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