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martes, 6 de octubre de 2020

Mis culpas sobrepasan mi cabeza, son un peso superior a mis fuerzas

"Mis culpas sobrepasan mi cabeza, son un peso superior a mis fuerzas" (Salmo 38,7)


Podemos ignorar, pasar de nuestros pecados, pero estos no nos ignoran a nosotros. Por supuesto que puedes justificarte aduciendo razones de la más variada índole, pero ahí siguen, por eso lo sensato sería dejar que sea el Señor quien te justifique. En la Biblia, ser justificado significa ser declarado inocente y para esto vino Jesús al mundo, para declárate inocente como al publicano que entró en el Templo a rezar. (Lc. 10,9-14). Hemos leído el lamento del salmista: "¡Mis culpas son enormes, no puedo cargar con ellas, me aplastan!" Tengamos entonces presente como presentó Juan Bautista a Jesús, ante la muchedumbre que cargada de culpas se había congregado a orillas del río Jordán: "Ahí le tenéis, El es el Cordero de Dios que carga con el pecado del mundo" (Jn. 1,29) ¿Cuándo seremos lo suficientemente sabios como para descargar nuestros pecados, nuestras culpas en Jesús, el que nos justifica, el que nos declara inocentes ante el Padre...? Si, por imposible que parezca, así es como nos ama Dios


P. Antonio Pavía comunidadmariamadreapostoles.com

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