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miércoles, 4 de noviembre de 2020

Sálvanos Señor, que se acaban los buenos,

"Sálvanos Señor, que se acaban los buenos, que desaparece la lealtad entre los hombres: no hacen más que mentir a su prójimo, hablan con labios embusteros y con doblez de corazón " (Salmo 12,11)

Solo Dios es bueno se lo dijo Jesús al joven rico  cuando le preguntó:" Maestro bueno, qué haré para heredar la vida  eterna? Jesús le contestó: ¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie más bueno que Dios". ¿Acaso son buenos aquellos que dicen de sí....jamás cometer falta alguna? yo diría que buenos no son, son mentirosos,  pues ya dice en la Biblia que quien dice que no tiene pecado es un mentiroso. En Lc. 18, "El fariseo, erguido, oraba  así  en  su interior: "¡Oh Dios!, te doy gracias porque no soy como  los demás hombres, ladrones,  injustos,  adúlteros, ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo".

Entiendo que el salmista, la bondad de la que nos quiere hablar es la  de la pureza de corazón. "Bienaventurados los limpios de corazón  porque  ellos  verán  a Dios", o sea, la bondad  creada por el Espíritu Santo como fruto de  abrazarse al Evangelio; como  dice el salmo "Las palabras del Señor son palabras auténticas como plata limpia de  ganga,  refinada siete veces....con  aludiendo a los siete  Sacramentos, que  unidos a la Palabra de Dios guardada, abrigada y acogida con toda  el alma...como respuesta de amor al Amor. El Evangelio disipa nuestras tinieblas  y sombras de  muerte. Lc. 1-79. Así  responde el Señor en este mismo Salmo versículo 6:"Por la opresión del humilde, por el gemido del pobre, yo  me levantaré, y pondré a salvo a quien  lo  ansía ".

Nuestra misión es  anunciar y presentar a Nuestro Señor Jesucristo, sin juicios ni condenas. Todos somos pecadores,  pero dentro de que somos pecadores estamos llamados a  anunciar la luz del Evangelio.

Pilar Pérez

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