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viernes, 5 de febrero de 2021

Reflexión del Evangelio del V Domingo T. Ord. (Mc 1,29-39)

En el Evangelio de hoy nos centramos en dos puntos. El primero: Marcos resalta que Jesús no dejaba hablar a los demonios porque le conocían y esto nos llena de alegría y esperanza. Me explico; Satanás es maestro en la mentira y el engaño como dice la Escritura. Sus razonamientos son seductores, así les pareció a Adán y a Eva. El hecho es que sin la Palabra-Sabiduría de Dios en el corazón nos quedamos desvalidos ante la seducción de Satanás y le hacemos caso porque "creemos que nos conviene". El resultado es que paso a paso no somos para él más que algo desechable que termina en el trastero. Jesús, Palabra del Padre llena de Gracia y de Verdad, anula por completo la palabrería de nuestro Adversario… que esto es lo que significa Satanás. El otro punto es que Jesús se retira para orar ¿Se sirve de un manual de rezos para hablar con el Padre? ¡¡En absoluto!! Jesús reza más con el oído que con la boca... Oye al Padre, guarda en su corazón y lo predica con sus labios… Así nació el Evangelio: "... Lo que el Padre me ha enseñado, eso es lo que os hablo" (Jn 8,28b)
P. Antonio Pavía - comunidadmariamadreapostoles.com

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