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martes, 20 de julio de 2021

Mi vida en tus manos Señor

Fijamos nuestra atención en este texto: “Los que no confían en los ídolos gozarán de la presencia del Señor” (Sl 24,4). En la misma línea, Isaías censura a quienes se postran ante las obras de sus manos (Is 2,8,). El profeta no amonesta a quienes gracias a sus esfuerzos progresan socioeconómicamente; nos alerta para que este progreso no haga de las obras de nuestras manos un culto a nosotros mismos y dejemos de lado a Dios. Los discípulos de Jesús estamos en el mundo y colaboramos con nuestro trabajo a aumentar el bienestar del mundo, pero no ponemos lo que somos y hacemos en nuestras manos sino en las de Dios. Necesitamos esta relación con Dios, una relación de hijos suyos. El que prescinde de Dios, renuncia a participar de su Gloria y puede llegar un momento en el que llegue a la conclusión de que no es más que un producto más de la naturaleza como lo es un gato o un árbol. Jeremías nos ayuda a superar esta idolatría que se convierte en drama existencial invitándonos a poner nuestra vida en Dios, el único que nos dignifica y glorifica: “Bendito el que confía en el Señor pues no defraudará su confianza (Jr 17,7). Añado ¡Bendito el que confía en Jesús y su Evangelio porque su plenitud de vida está garantizada!
P. Antonio Pavía - comunidadmariamadreapostoles.com

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