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miércoles, 29 de septiembre de 2021

JESÚS VIVE EN MI

Abordamos la profunda experiencia del rey Ezequías, que aquejado por una grave enfermedad fue curado por Dios al interceder por él el profeta Isaías. Oigamos lo que salió de la boca de Ezequías antes de la intervención de Dios: “...En medio de mis días tengo que marchar a las puertas del abismo...” (Is 38,10). En medio de mis días, en la mitad de mis años, he ahí el lamento de quién tiene su vida por hacer porque no se ha preocupado buscar y guardar "Palabras de Vida Eterna en su corazón" (Jn 6,66...). Palabras que contienen la Fuerza de Dios para romper el maleficio de la muerte. Ezequías, al saberse curado, rebosante de gratitud, le dice a Dios: "...Tú libraste mi alma de la tumba vacía...” (Is 38,17). Es un canto de amor a Dios sublime por haberle salvado de la fosa de la nada... propia de los que tienen vacía su alma. Los discípulos de Jesús, morimos con el alma rebosante del Hijo de Dios por el Evangelio que hemos escuchado y acogido... y que nos permite proclamar con Pablo: "...Ya no soy yo quien vive, es Jesús quien vive en mi" (Gal 2,20).
P. Antonio Pavía - comunidadmariamadreapostoles.com

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