viernes, 15 de diciembre de 2017

AMEMOS LA LITURGIA 14.- LAS FIESTAS CATÓLICAS vs LAS FIESTAS JUDÍAS(Por Tomás Cremades)

No debemos olvidar que nuestra fe católica procede de la religión judía, y que, como tal, nuestras celebraciones litúrgicas se apoyan en una tradición plena de significado también entre la judía. Jesucristo Es judío y María también. 

Dios se eligió un pueblo, el pueblo de Israel, y nosotros, somos herederos de ese pueblo por Gracia de Dios.
En la religión judía hay tres fiestas fundamentales:
La primera es la Fiesta de la Pascua, que llaman Pesaj, y que representa el paso del Señor. Es llamada también la fiesta de los Ácimos. Este paso, no es otra cosa que el paso de la esclavitud a la libertad, y nos lo recuerda el libro del Éxodo en su capítulo 12. Yahvé está hablando con Moisés y su hermano Aarón, y les indica cómo ese mes ha de ser el primer mes del año, y les explica con todo detalle cómo será la celebración de la comida del cordero, la forma en que han de vestir, etc. Más adelante les dice que el Angel de Yahvé pasará esa noche para exterminar a los primogénitos de los egipcios; y pasará de largo de las casas de los israelitas que hayan marcado las jambas de las puertas con la sangre del cordero que han matado para cenar. “..Es la Pascua, el paso del Señor…” (Ex 12,12)
Y aquí hay una primera alusión al sacrificio del Cordero Manso, Jesucristo, que salva a la humanidad con el derramamiento de su Sangre. Por eso en la Eucaristía, se celebra el sacrificio cruento de la muerte y resurrección de Cristo, y por eso decimos que todos los días en que la celebramos, celebramos la “Pascua”, el Paso del Señor por nuestra vida.
La segunda fiesta importante es la de Pentecostés,o “Fiesta de las Semanas”, que en la festividad judía se denomina “Shavuot”, y que conmemora la entrega de la Torá por parte de Yahvé a Moisés. Sabemos que la Torá es el libro sagrado por excelencia, donde se recogen los libros del Pentateuco: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, escritos por Moisés. Está recogido en el capítulo 20 del Éxodo. Igualmente esta fiesta judía celebra la primera recolección del pueblo de Israel.
Los cristianos sabemos que la fiesta de Pentecostés conmemora la venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles. Lo podemos leer en el libro de Los Hechos de los Apóstoles, (Hech 2, 1-5). Para nosotros, es la fiesta más importante de la Iglesia junto con la Pascua y la Navidad.
La tercera fiesta, entre los meses de septiembre y octubre es la llamada fiesta de la Parusíaconmemorando el inicio de la Creación del mundo, y comenzando el año Nuevo judío. Esta fiesta tiene, podríamos decir, otros tres  aspectos diferentes: la fiesta de Rosh Hashaná,  el Yom Kypur o día del perdón, y la fiesta de “Sucot”, que conmemora el tiempo que Israel anduvo errante por el desierto hasta llegar a la Tierra Prometida.
Esta fiesta de Yon Kipur o del perdón, tiene importancia también entre los cristianos. No la celebramos así, sino que nos detenemos en una cierta meditación: PER-DON es la unión de dos palabras: PER, que nos recuerda algo que se amplía, que se intensifica, y DON, que nos indica que algo se nos da gratis, el perdón de Dios para el pecador arrepentido.
Hemos de pensar que en nosotros Dios-Yahvé ha cumplido todas las promesas hechas a Moisés, a Abraham, y a todos los profetas, enviándonos a su Hijo Jesucristo. Él es la verdadera Tierra Prometida, la tierra de Jericó, que mana leche y miel (Ex 33,3)
Para los judíos, sin embargo, aun esperan al Mesías, el que renovará todo, el Señor, nombre sólo dado a Dios. Por eso, la fiesta de la Parusía, en sus tres vertientes Rosh Hashaná,  el Yom Kypur o día del perdón, y la fiesta de “Sucot”, es un memorial que indica que si todo se ha cumplido, también esto (la venida del Mesías), .se cumplirá.
El libro del Deuteronomio, en su capítulo 16, dice: “…Tres veces al año se presentarán ante Yhavé, tu Dios, todos los varones:, en el lugar que Él elija: en la fiesta de los Ácimos, (Pascua), en la fiesta de las Semanas ( Pentecostés) y en la fiesta de las Tiendas (Parusía). Nadie se presentará ante Yahvé con las manos vacías… ”(Dt 16,16)
Para los cristianos la Parusía es la manifestación última del Señor Jesús en el fin de los tiempos. Pero no hemos de esperar al fin último, Jesús viene a nosotros cada vez que comemos su cuerpo y su sangre en la Eucaristía, y cada vez que leemos meditando su Evangelio, Él se hace presente, pues el Señor Jesús es la Palabra del Padre.
Alabado sea Jesucristo.

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