Jesús instituyó la Eucaristía en la Cena Pascual previa a su crucifixión; la Eucaristía, es la plenitud de la Presencia del Señor entre nosotros. Es muy importante saber que alcanzamos a vivir más intensamente está Presencia de Jesús si Él mismo se nos manifiesta y comunica también en sus palabras que son "Espíritu y Vida " (Jn 6, 63b). Juan nos habla de su experiencia vital de la Presencia de Jesús en la Palabra por el hecho de poder "verla, oírla, tocarla y palparla… desde su alma" (1Jn 1,1). Es la Fuerza y la Gracia de Dios presentes en el Evangelio lo que convierten este Libro Santo en el Libro de la Presencia. Conforme guardamos celosamente sus palabras, como María, se activa la Presencia de Dios en nosotros… es Presencia de Comunicación... ver, oír, tocar y palpar... el Misterio de Dios que resplandece en el corazón que ha decidido guardarlas. Desde esta Presencia damos el salto cualitativo a la Presencia por antonomasia: la Presencia Eucarística... Presencia Abismal de Contemplación que convierte nuestro corazón de piedra en uno de carne (Ez 36,26-27) tanto al comer el Cuerpo del Señor como al contemplarlo en el Sagrario o en la Custodia… Es Presencia de La Intimidad… que no es de este mundo. ¡¡¡Feliz Jueves Santo!!!
P. Antonio Pavía - comunidadmariamadreapostoles.com
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