lunes, 5 de julio de 2021

DIOS NO NOS DEFRAUDA

El Salmo 57 presenta a un fiel israelita al límite de sus fuerzas; su alma está a punto de desmoronarse a causa de tanto dolor y humillaciones. Es una viva imagen de lo que nos sucede con cierta frecuencia. Sin embargo este hombre testifica con su vida que "La esperanza en Dios no defrauda." (Rm 5,5…) y así lo confiesa: "¡Mi corazón está firme Dios mío, mi corazón está firme, voy a tocar y a cantar, despierta alma mía...!” (Sl 57,8-9). Los discípulos de Jesús estamos en el mundo pero no somos del mundo y por eso somos aborrecidos por él (Jn 17,4). La confesión-testimonio de este israelita nos llena de júbilo pues anuncia proféticamente la promesa de que nada ni nadie… ningún poder del mal nos podrá arrebatar la Fiesta Eterna que supone tener a Jesús como nuestro Buen Pastor que nos lleva al Padre. Por eso podemos decir con San Pablo: "Todo lo puedo en Aquél que me conforta" (Flp 4,13). 
P. Antonio Pavía - comunidadmariamadreapostoles.com

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