domingo, 27 de febrero de 2022

VIII Domingo del Tiempo Ordinario (Lc 6, 39-45)

Jesús, enséñame a ser fiel

Hoy empieza Jesús diciendo: ¿Podrá un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo? Todo el que esté bien formado será como su maestro… Jesús viene del Padre como la Luz del mundo para poner al descubierto y sanar nuestras carencias y debilidades. Podemos rechazarle y entonces el recorrido de nuestra vida termina en el sepulcro, o dejarnos iluminar por su Luz y el recorrido de nuestra vida culmina en los brazos de Dios nuestro Padre. Jesús se encontró con muchos que rechazaron su Luz liberadora y nos da la razón del rechazo: "...vino la luz al mundo y los hombres amaron más las tinieblas que la luz porque sus obras eran malas..." (Jn 3,19...). 

El que se deja conducir por Jesús tiene acceso a la Vida Eterna; el que camina  con alguien tan ciego como él cae junto con su guía en el hoyo. Ambos se precipitan en el abismo porque como dice Jesús en otro pasaje, construyeron su vida sobre la arena;  vinieron las tormentas - las propias que nos depara la vida - y la arena cedió abocando  todo lo construido a la ruina (Mt 7,26-27).

P. Antonio Pavía

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