lunes, 4 de marzo de 2019

Encontrarte

Señor, Tú nos modelas con arcilla y luego la vida nos dás, ¿hay algo más grande en el mundo que te puedan regalar?.
Andaba yo por los senderos y comenzó a lloviznar y como estoy hecha de barro me empecé a deformar, pensaba que estaba sola, me entró miedo, ¿como yo lo podría arreglar?, pero no, Tú me recoges y me vuelves a modelar.
Cuando voy por los caminos, miro hacía los lados, hacía adelante y hacía atrás, estoy como perdida no sé qué dirección tomar, pues me olvido de mi meta que es el cielo y nada más.
Un poco más tarde, empieza a caer agua, otra vez... y otra vez más, y yo ya estoy perdida del camino de la "gloría celestial". A veces estoy tán desecha, que ya no puedo seguir más, temo que me lleve la corriente, te pido ayuda y Tú me la dás... esa ayuda que no merezco, pues te había olvidado ya. Tú no te cansas nunca de perdonar, a pesar de que tantas veces te hayamos olvidado entre un aquí y un allá.
Yo me encuentro perdida, yo sin Tí no valgo nada, de esto no me doy cuenta pues ciega debo de estar.
Señor, ayúdame a buscar, ese resguardo que yo sola no supe encontrar, para que cuando llueva no me vuelva a mojar ni me pueda llevar la corriente y desaparecer, así, sin más.
Señor, acógeme en tús brazos, ese lugar que yo buscaba y Tú me ayudas a encontrar, ahí es donde estaré a salvo y nunca me volveré a mojar.

(Elia Herrero)

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