29-09-2015
Toques del Alma
(Por el padre Antonio Pavía)
Cuando un hombre se siente alcanzado por la mirada amorosa de Dios, se enciende en el horno de sus entrañas tal impulso, tal pasión, que es como si fuese transportado a un mundo de afectos inimaginables; tanto que hasta tiene miedo de que sean irreales. Sólo el tiempo le atestigua que sí, que lo que vive es real.
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