viernes, 6 de marzo de 2020

Reflexiónes al Evangelio del 2 Domingo de Cuaresma (Mt 17,1-9)

Cuando Israel culminó su travesía por el desierto y llegó al monte Sinaí, Dios le dijo: habéis visto como os he traído hacia mí sobre alas de águila cumpliendo así lo que os dije por medio de Moisés. Asi pues si escucháis y os fiáis de mis palabras, seréis mi pueblo.(Ex 19.4-5). 
En el Evangelio de hoy vemos que Jesús se transfigura ante Pedro, Santiago y Juan. Es un anuncio-promesa de nuestra propia transfiguración después de nuestra muerte, como nos dice Pablo (Fil 3,20-21). Nos centramos en Pedro...nuestro amigo quedó tan estremecido al ver a Jesús radiante de luz que apenas acertó a decir.. ¡Señor haré tres tiendas para Tí, Moisés y Elías. Quizás con lo que ya estaba viendo ya le parecía bastante.. a el sí, pero no a Dios, que de lo alto hizo resonar su Palabra diciendo:  ¡Escuchad a mi Hijo, Escuchadle! En su Evangelio encontraréis a las alas del Espíritu Santo que os traerán hacia mí. 
Es cierto; la muerte no tiene la última palabra sobre los que escuchan y graban el Evangelio en su corazón y en su alma. Y..¿Que hemos de hacer para que las palabras de Jesús habiten en el corazón y el alma..? Pues escucharlas desde la convicción de que son el Tesoro de todos los tesoros..y es que ellas nos enseñan a estar con Dios..como hijos, no como siervos. 

(P.Antonio Pavía-Misionero Comboniano) 
comunidadmariamadreapostoles.com

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