Tercera semana DE PASCUA 2020 ,, 17 MARZO.
Han cerrado tus templos mi Señor,
Te han dejado solo en Tu Santuario Sagrado.
Recluidos en nuestras casas nos encontramos todos, porque tú haces salir el sol sobre buenos y malos.
Afligidos por el dolor de no poder adorar, frente a Tu Sagrario, tu Nombre Santo, nos preguntamos los que en ti esperamos... ¿por qué nos ha sucedido esto, cual es el motivo de lo que nos está pasando?
En todo el país nos sacuden con la espada del miedo, nos traicionan con su veneno y tu pueblo queda silencioso prisionero.
Las calles se han quedado vacías ya apenas pasea alguien por sus aceras y las avenidas solitarias han dado paso a la luz del día, ya no se escucha el ruido de voces en las terrazas de los bares, y los coches se han dejado aparcados en los garajes, han cesado los olores de sus humos y todos nos encontramos dentro de nuestras casas viendo pasar las horas día tras día observando tras los cristales, allá fuera, como la vida continua.
Brotan de los arboles renuevos verdes de sus tiernas ramas, el campo se viste de toda clase de flores, y las aves, sin importarles lo que a nosotros nos suceda, dibujan su silueta esbelta y alegre bajo un cielo que espera la inminente primavera, y… ¨Si Dios viste así la hierba de los campos, que hoy existe y mañana será echada al fuego, cuanto más hará por vosotros, hombres de poca fe¨. Mateo 6.
Y ahora que los ruidos del mundo se han silenciado y que todo el ajetreo se ha callado me pregunto… ¿será capaz el hombre de dejar caer lo velado de sus ojos, será capaz de destapar sus entumecidos oídos sordos?
¿Comprenderá que sus dioses de nada le sirvieron para salvar su vida, o será pasajero y volverá a adorarlos, cuando todo esto pase, de nuevo?
Loles.
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