martes, 27 de octubre de 2020

Os infundiré mi Espíritu, y haré que caminéis según mis preceptos

"Os infundiré mi Espíritu, y haré que caminéis según mis preceptos, y que guardéis y cumpláis mis mandatos" Ezequiel 36,27


¿Cuál es el camino por el cual dice el Señor que quiere que caminemos para que según sus preceptos los guardemos y cumplamos?
Jesús dijo: "Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida" (Jn. 14-6), no hay otro camino, sino, Jesús y su Palabra, ÉL mismo es la Palabra. 
ÉL es la Verdad que preserva nuestros pasos del mal y sus mentiras y seducciones. "Si permanecéis en mi palabra seréis de verdad discípulos míos, conoceréis la verdad y la verdad os hará libres" Jn.8, 31-32).
ÉL es la vida en plenitud, el alimento y la fuerza para nuestra alma: "Buscadme y viviréis" (Amós 5,4).  
"Yo he venido para que tengáis vida, y para que la tengáis en abundancia" (Jn. 10,10).
Mas Jesús, conociendo la precariedad e indefensa humana les dijo a sus discípulos:
"El que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante porque sin mí no podéis hacer nada (Jn. 15,5). Pero les dijo: "Os infundiré mi Espíritu", un defensor... el único defensor... y lo hizo el día de Pentecostés: "Al cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente, se produjo desde el cielo un estruendo, como de viento que soplaba fuertemente, y llenó toda la casa donde se encontraban sentados. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas que se dividían partiéndose encima de cada uno de ellos. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas, según el Espíritu les concedía manifestarse". Desde este momento el Espíritu de Jesús actúa en nosotros y nos da la fuerza necesaria para poder guardar y cumplir lo que por nuestras propias fuerzas no podemos... vivir y anunciar el santo Evangelio.

María Pilar Pérez Rodríguez

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