Quién, Mi Señor, subirá hasta Tu Monte Santo.
Por qué ladera ascenderá para escuchar, mejor, Tu voz.
Qué pendiente será, Mi Señor, la que podrán pisar unos pies descalzos.
Quién, mi Señor llegará a la cima más alta a contemplar… la Luz de Tu rostro, Luz que abarca la anchura del horizonte más elevado, invisible a la pupila del ser humano.
Por qué ladera ascenderá para escuchar, mejor, Tu voz.
Qué pendiente será, Mi Señor, la que podrán pisar unos pies descalzos.
Quién, mi Señor llegará a la cima más alta a contemplar… la Luz de Tu rostro, Luz que abarca la anchura del horizonte más elevado, invisible a la pupila del ser humano.
El de corazón puro y manos inocentes,
El de mirada limpia y serena en sus ojos,
El que antes descienda y se sumerja hasta cubrirle el barro,
El que renazca de nuevo y quede restaurado.
El de mirada limpia y serena en sus ojos,
El que antes descienda y se sumerja hasta cubrirle el barro,
El que renazca de nuevo y quede restaurado.
Y ...Mi Señor,
quién andará sobre la estela, que, como espejos, brilla en tu mar de plata,
quién Mi Señor logrará caminar sobre ella, sin miedo a vacilar.
quién andará sobre la estela, que, como espejos, brilla en tu mar de plata,
quién Mi Señor logrará caminar sobre ella, sin miedo a vacilar.
El que avanza con espíritu firme,
el que mantiene su mirada hacia el resplandeciente sol cuya luz nunca se apaga.
El que escucha y cumple mi Palabra.
el que mantiene su mirada hacia el resplandeciente sol cuya luz nunca se apaga.
El que escucha y cumple mi Palabra.
Mi Señor enséñame el sendero de la vida, enséñame a cumplir tu Palabra.
Tú sabes …soy pequeña y débil, mis manos son torpes y tropiezo con facilidad, cuanto ansía mi alma ser perfecta ante tus ojos, pero cuanto más me miras más imperfecta me veo yo, y caigo y me levanto y te digo: Purifícame Dios mío, hazme digna de vos, crea en mí un corazón puro, para que cuando te asomes desde tu morada Santa, a mirar, me sonrías desde el cielo.
Tú sabes …soy pequeña y débil, mis manos son torpes y tropiezo con facilidad, cuanto ansía mi alma ser perfecta ante tus ojos, pero cuanto más me miras más imperfecta me veo yo, y caigo y me levanto y te digo: Purifícame Dios mío, hazme digna de vos, crea en mí un corazón puro, para que cuando te asomes desde tu morada Santa, a mirar, me sonrías desde el cielo.
(Loles)
comunidadmariamadreapostoles.com
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