sábado, 28 de septiembre de 2019

Reflexiones sobre el Evangelio del Domingo 26 Tiempo ordinario ciclo C (Lc 16,19-31)

Pobre hombre este ricachón pues llegó a creer que con sus bienes podría comprar la Fuente de la Vida.
Sí, pobre hombre en su afán de disfrutar los bienes visibles traumatizó y expolió su alma de la vida eterna para la que fue creada; pobre hombre sí, que embriagado de sus haberes no percibió que tratando así a su alma vivía una existencia incompleta, mutilada, al no poder aspirar el Aliento del Invisible. Seguramente que más de una vez habría oído en el Templo  textos tan esclarecedores como por ejemplo éste de Isaías: "¿Porqué gastar vuestro dinero en lo que no alimenta, en lo que no sacia? Inclinad el oído y venid a mí, escuchadme y viviréis.." (Is 55,2-3) Si, seguro que habría oído este texto y otros en la misma dirección y se habría dicho... ¡Más adelante los tendré en cuenta, haré caso a Dios y a su Palabra! El más adelante no llegó.... con el paso del tiempo se embruteció tanto, que fue incapaz de reaccionar.
Antonio Pavía-Misionero Comboniano
comunidadmariamadreapostoles.com

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