17-12-2015
Toques del Alma.-por el padre Antonio Pavía)
María guardaba las cosas santas de Dios en su corazón (Lc 2,19). Ahora comprendemos su entereza al pie de la cruz, su morada de fe y de amor a su Hijo, también Hijo de Dios. Levantado como un criminal en el Calvario, permaneció junto a Él compartiendo el último lugar de la tierra. ¿No nos dejaremos guiar por ella hasta esta morada de fe y amor?
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