viernes, 15 de octubre de 2021

Domingo XXIX del Tiempo Ordinario (Mc 10, 35-45)

Convertíos y creed en el Evangelio

Santiago y Juan piden a Jesús que "ya que han dejado todo por seguirle" les conceda el derecho de sentarse junto a Él en su Reino. Como vemos Jesús no escoge a lo mejorcito de Israel; de hecho Santiago y Juan aceptan la llamada de Jesús sin renunciar a su ambición de gloria, la misma que Satanás ofreció a Jesús en la tercera tentación y que por supuesto rechazó (Mt 4, 8-10). Además estos dos apóstoles, al decirles Jesús que sí pueden beber la copa de la Pasión que Él va a beber, le dicen presuntuosamente que sí, igual que Pedro creyó que podía dar la vida por Jesús (Jn 13, 36-38). Por eso se encarnó Jesús entre nosotros por nuestras impotencias morales recubiertas por un poco de buena voluntad. Jesús se encarnó, nos vio engañadísimos y entendió el plan del Padre: Darnos su Palabra de Vida, el Evangelio aún a costa de su muerte y eso fue lo que hizo. Fijémonos que Jesús resume el cambio de nuestro corazón en unas cuantas palabras: "Convertíos y creed en el Evangelio". No nos engañemos, solo el Evangelio arranca delicadamente nuestras veleidades y nos pone, sin miedo ni recelo alguno, cara a cara con Dios.
P. Antonio Pavía - comunidadmariamadreapostoles.com

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