13-11-2015
Toques del Alma
(Por el padre Antonio Pavía)
Cuanto más es llevado un hombre por la gracia, más nítido es el sello que le indica su pertenencia. Pertenece a Dios, y no por sumisión sino por rendición. Sólo el que se rinde ante el amor de Dios puede anunciar su Evangelio, el de la Gracia, con propiedad.
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