martes, 24 de noviembre de 2015

Toques del alma 125

Más allá de las palabras, a veces tan devaluadas por ambiciones y vanidades inconfesadas…, está la Palabra. Nada hay en Ella de ambigüedades ni trampolines para medrar. La Palabra es por sí misma el Amor inmortal; quien se deja seducir por ella saborea la inmortalidad del Amor.

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