8-11-2015
Toques del Alma
(Por el padre Antonio Pavía)
Señor y Dios mío, presérvame de la hinchazón del alma, del inútil y pesado estar lleno de todo menos de ti. Presérvame de la llaga maloliente del tener, que oprime al ser. Dios mío, arranca de mí –eso sí, con mimo y suavidad- todo lo que en mí no ha sido sembrado por ti.
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