No pocas de las personas que acogen la llamada del Señor para su discípulado, se quedan a mitad de camino e incluso completamente fuera, por creerse dueños y señores de los dones que Él les había dado para llevar a cabo la misión que les había encomendado.
El problema es que estas personas, con su soberbia, desplazan a Jesús, se atan a sus egos y . ¡Vaya ridículo que hacen.. cuando hablan de El!
Por otra parte aquel siervo que se siente inútil para hacer la obra de Dios..., está dejando al Señor las manos libres para actuar en él y por medio de él con su Fuerza y Sabiduría.
Este siervo, se siente inútil, pero en verdad es inmensamente sabio y eficaz.
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