8-09-2015
TOQUES DEL ALMA
( por el padre Antonio Pavía )
“El Señor es mi pastor, nada me falta”. He ahí uno de los legados más sublimes que hemos heredado del pueblo santo de Israel. Sin embargo, esto no es un principio moral, ni mucho menos ascético. Es más bien una constatación fraguada por la experiencia de una fe vivida en compañía con Él, con nuestro Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario