sábado, 26 de septiembre de 2015

Toques del alma 73

Feliz el día en que caigamos en la cuenta de que nuestro corazón, por más que esté lleno de haberes y teneres, está inacabado. Sí, feliz ese día porque empieza para nosotros un camino de fe que nos lleva a las más altas cotas de plenitud, a nuestra medida real: la de Dios.

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