sábado, 13 de agosto de 2016

Desde tu morada (del Salmo 103)

Desde tu morada riegas los montes, y la tierra se sacia de tu acción fecunda; 
Se llenan de savia los árboles del Señor, los cedros del Libano que Él plantó.

Nos riega con su palabra y nos hace llegar a ser cedros del Líbano,  llenos de hojas medicinales, y a su sombra se refugian los que necesitan ser curados por el Señor.
Y generación tras generación  envías tu Espiritu Santo y los creas y repueblas la faz de la tierra.

¡Bendice alma mía al Señor!

(Por Carmen Pérez)

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