Entonces les fueron abiertos los ojos y le reconocieron; pero El desapareció de la presencia de ellos. Y se dijeron el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón dentro de nosotros mientras nos hablaba en el camino, cuando nos abría las Escrituras?
Lc 24, 31-32
LA HUELLA DE TU ABRAZO
Venir de Ti
Decía Jesucristo que venía de Ti
………..Y yo también vengo de Ti
Y lo sé porque siento la huella de tu primer abrazo en mi alma
que tomó tu forma desde entonces
y aprendió a escuchar tus palabras
y a vivir envuelta en ellas
¿A dónde mirar sin encontrarte?
¿A qué aspirar si no es a sentirte?
¿Dónde descansar si no es en tu Paz?
¿Cómo vivir, sin desesperar, si no es en tu espera?
¡Hasta qué punto conocías nuestro cansancio!
Que sólo hay palabras en tu Evangelio
para prometernos, para asegurarnos, para derramar
toda tu dulzura en este desierto.
¡Cómo sabes de nuestra infidelidad!
que vienes al mundo incansablemente
para que no podamos olvidarte
y grabas tu paso por nuestro alma
como se graba la huella de un pié en la arena
recién bañada por el agua del inmenso mar:
Grábame como un sello sobre tu corazón,
como un sello sobre tu brazo
(Cantares 8:6)
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