Él es mi Dios y Salvador. Confiaré y no temeré, porque mi fuerza y mi poder es el Señor (ls 12,1-6)
Cuando pones tu vida en manos del Señor .... te llenas de paz. Aunque a tu alrededor se derrumbe todo ya no te angustias por arreglarlo tú solo. Todo lo pones en sus manos y esto te da La Paz. El saber que ni un pelo de tu cabeza se caerá sin su consentimiento. Y como dice en el evangelio: ¡no temas se acerca tu liberación!.
Bendito sea Dios
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