“Id y anunciad el evangelio por toda la tierra y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.”
Mt 28; 19-20
Tú nos elegiste un día
nos invitaste a dejar
de un lado las ataduras
que no dejan despegar
nuestro corazón del suelo.
Tú nos regalaste alas
que nos permiten volar
y sentir la libertad
de ver con distintos ojos
la realidad de este mundo.
Es ahora el momento,
ahora nos toca a nosotros
los que guiados por ti
saquemos a los hermanos
de esta misma realidad.
Tu nos confiaste el mundo
nos creaste para vivir
atados a la vocación
más preciosa: EL AMOR.
Y abrimos nuestros corazones
para que Tú, cada día
nos reveles los detalles
de qué tenemos que hacer
para cumplir la misión
por la que fuimos creados.
que no dejan despegar
nuestro corazón del suelo.
Tú nos regalaste alas
que nos permiten volar
y sentir la libertad
de ver con distintos ojos
la realidad de este mundo.
Es ahora el momento,
ahora nos toca a nosotros
los que guiados por ti
saquemos a los hermanos
de esta misma realidad.
Tu nos confiaste el mundo
nos creaste para vivir
atados a la vocación
más preciosa: EL AMOR.
Y abrimos nuestros corazones
para que Tú, cada día
nos reveles los detalles
de qué tenemos que hacer
para cumplir la misión
por la que fuimos creados.
Y a medida que crecemos
en ese conocimiento
amamantamos al hombre
que, nuevo ya, junto a Cristo
camina con paso firme
hacia el destino final
que es parecerse a Ti.
en ese conocimiento
amamantamos al hombre
que, nuevo ya, junto a Cristo
camina con paso firme
hacia el destino final
que es parecerse a Ti.
“Como un joven se casa con su novia,
así te desposa el que te construyó;
la alegría que encuentra el marido con su esposa, la encontrará tu Dios contigo”.
Is 62; 5
No hay comentarios:
Publicar un comentario