En este mes de Adviento de esperanza y amor, en el que vamos llegando a la venida del Verbo hecho carne, yo lucho por ponerle el mejor pesebre que yo pueda y después de mucho pensarlo creo que el mejor, el más amoroso y cercano, es mi corazón.. el amor que saldrá de él cobijará a María y José.
¡GRACIAS PADRE BUENO POR ENVIARNOS A TU HIJO!
No hay comentarios:
Publicar un comentario