Sabemos que el corazón es un campo de batalla la mayoría de las veces... es el "recipiente" donde hieren todas nuestras batallas cotidianas, nuestras luchas internas... las luchas muchas veces turbulentas de enemigos... hay tantas cosas fuera que nos tientan y es tan difícil que no nos hieran... ¿buscamos ante esto seguridad? ... ¿no debemos dudar ni una vez?... ¿sabemos donde acudir?..¿a que puerta hay que llamar? ¿donde está quién nos puede dar respuestas? Y lo más importante, ¿quien puede dar luz a nuestras oscuridades?.... Sé que únicamente la apertura de mis vendas está en la esperanza de las promesas divinas... qué alegría entra en mi corazón cuando el Señor me dice: no dudes, Yo estoy aquí, sí amigo, estoy aquí bajo el signo del Amor y la Unidad...sí ya lo sé Señor, Tú eres el Amigo que mejor me conoce, Señor, el que parte el Pan conmigo, el que me da Agua cuando estoy con Sed... y el que me da la Luz cuando dudo y estoy confuso en mi camino... Señor, Gracias por ser la Luz de mi fe.
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