miércoles, 7 de octubre de 2015
Los que creemos y amamos a Dios ( por Pedro Pablo Crespo)
Sí, los que seguimos los pasos de Jesús... los que hemos salido a su encuentro como peregrinos... y que muchos ya conocemos casi todas las cosas mundanas... no podemos conformarnos estar con los de siempre, con los que ya son como nosotros. Hay que salir al encuentro de las mas diversas situaciones humanas y tratar de curar sus heridas y aliviar su dolor. Nuestros hermanos y hermanas han de encontrar a través de nosotros el alivio y la salud que solamente Jesucristo regala. Si únicamente estamos con los que viven, piensan, sienten como nosotros, haremos un grupo muy facilito, en que todos estaremos muy a gusto, pero no seremos portadores de la Buena Noticia de Jesucristo en el corazón y en los distintos ambientes en el que se desenvuelve la vida de las personas... porque Jesucristo nos convoca una y otra vez, siempre a ponernos en marcha: "Id por el mundo y anunciad el Evangelio". Ese "Id", es un imperativo que a los que de verdad decidimos seguirle... nos debe urgir a salir y proclamar al mundo sus maravillas.
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