viernes, 18 de noviembre de 2016

Poemas II.- NO DEJES SEÑOR DE PEDIRME QUE TEAME (Olga Alonso)

No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
Jn 15, 15
 
No dejes, Señor, de pedirme que te ame.
No dejes de concederme el placer de contestarte.
Porque si Tú no me lo pides, Señor
puede que este corazón mío se pierda en los entretenimientos del mundo
donde hay tanto ruido que tu voz no se escucha.
Si tú me pides cada día que te ame, Señor
nada será superior a tu voz
y yo, caminaré entonces por tus sendas
acompañada de Ti, abandonada a Ti
tan llena de Ti que todo lo demás será pérdida.
El mundo estará entonces lleno, porque Tú lo habitas
Y la vida estallará en cada segundo, porque tu aliento estará aquí.
 
Como están los ojos de los esclavos fijos en las manos de sus señores, como están los ojos de la esclava fijos en las manos de su señora, así están nuestros ojos en el Señor, Dios nuestro, esperando su misericordia.
Salmo 122, 2

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