"El habló y levantó un viento tormentoso que alzaba las olas a lo alto..Subían al cielo, bajaban al abismo.
Pero gritaron al Señor en su angustia y los arrancó de la tribulación." (Salmo 106)
Cuando el Señor nos habla y nos llega al corazón .... nos parece que estamos en el cielo.. es una alegría que no se puede comparar con nada ... pero cuando no lo sentimos ... parce que nos hundimos,
Como los discípulos en la barca ... pero entonces gritamos al Señor y ....vemos que está ahí al lado dándonos la mano para sacarnos.
¡ESE ES NUESTRO DIOS ....Y NO HAY OTRO QUE PUEDA SALVAR!
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