"No puedo yo trataros como este alfarero, casa de Israel? Pues lo mismo que etá el barro en manos del alfarero, así estáis vosotros en mi mano, casa de Israel" (Jeremías 18,6)
Padre ,en tus manos pongo mi alma para que la moldees como el alfarero moldea la vasija de barro. Señor, Tú sabes cómo tienes que trabajar mi alma. En cuanto a mí, lo esencial es que sea dócil a Tí, a tu Palabra y me deje modelar por Élla que confíe plenamente en Tí, mi Dios.
"Reconozco que lo puedes todo , que ningún proyecto te resulta imposible". (Job 42, 2).
Me abandono a Tí . "Padre en tus manos me pongo. Haz de mí lo que quieras"
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