NO TENGO
SIQUIERA FUERZAS
por eso, espero que me hables Tú
Desde la débil voluntad que me
acompaña
Vacío mi mente y abro las
puertas de mi alma
Para que entres Tú.
No tengo lugar dónde reposar
y sólo la esperanza de la espera
me sostieneLa esperanza de colmarme de Tu paz, de tu seguridad, de Ti mismo
Desde el fuego de tu Amor
Consumiéndose para renacer
Muerte seguida de vida, de vida
eterna
Desaparecer como condición
y hacerlo inflamada en tu Amor
Hazme corta la espera, Señor
para encontrarme contigo de
nuevo
Señor,
te estoy llamando, ven de prisa,
escucha mi voz cuando te llamo.
Salmo 140, 1-9
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