Y cualquiera que diere á uno de estos pequeños un vaso de agua fría solamente, en nombre de discípulo, de cierto os digo, que no perderá su recompensa
Mt 10, 42
PORQUE SOMOS PEQUEÑOS
Tú nos defiendes porque somos pequeños.
Porque para librarnos de nuestros enemigos, elegimos la oración como única defensa.
Porque pusimos todo en tus manos, cuando las aguas agitaban nuestra barca.
Porque confiamos plenamente en tu respuesta, aún cuando no veíamos nada.
Porque no nos defendemos, nos amas y pones todo tu poder a nuestro servicio.
Porque nos acogemos a tí sin titubeos, por eso somos pequeños.
Porque como David frente a Goliat, elegimos las armas del Cielo, la oración. Y por pequeños.
Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a los pequeños.
Lc 10, 21
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