En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva
Jn 7; 37-38
CORAZONES DE PIEDRA
Corazones de piedra.
Hechos de piedra y llenos de piedras de la vida.
De piedras duras y pesadas.
Duras para los demás, duras para uno mismo.
Incapaces de sentir el dolor del otro.
Inútiles para perdonarnos y para perdonar.
Corazones mutilados, corazones secos, corazones anhelantes de paz.
“Y yo los haré de carne”, nos prometiste.
A los que no llegamos nosotros, llegas Tú con tu gracia, con tu promesa.
Vuélveme el gozo de tu salvación,
Y espíritu noble me sustente.
Sl 51,12
No hay comentarios:
Publicar un comentario