viernes, 28 de febrero de 2020
Reflexiones al Evangelio del Domingo I de Cuaresma (Mt 4,1-11)
jueves, 27 de febrero de 2020
TU CASA
martes, 25 de febrero de 2020
Toque Adentrarse
lunes, 24 de febrero de 2020
¡Por la mañana sácianos de tu Misericordia, Señor ! Reflexiones al Salmo 89
viernes, 21 de febrero de 2020
Reflexión al Evangelio del Domingo VII del Tiempo Ordinario. Ciclo A (Mt 5,38-48)
(padre Antonio Pavía- Misionero Comboniano)
JESUCRISTO, ROBLE DE JUSTICIA (Meditaciones al Salmo 79)
Es admirable – no encuentro otra palabra más adecuada -, observar cómo la Palabra de Dios, revelada en las Escrituras, y concretamente en los Salmos, se nos presenta en este Salmo. Mucho más, si tenemos en cuenta que se escribió muchos siglos antes que incluso naciera Jesús. Digo esto porque hay unos versículos que retratan exactamente sus inicios. Dice así: “…Sacaste una vid de Egipto, expúlsate a los gentiles y la trasplantaste, le preparaste el terreno y echó raíces hasta llenar el país…”
Jesucristo se proclamará más tarde como la Vid verdadera: “…Yo Soy la Vid verdadera, y vosotros los sarmientos…” (Jn 15, 1-8)
Y es que Jesús fue llevado nada más nacer a Egipto, por orden de Dios, enviando un ángel a José, para huir de las garras de Herodes. Y desde allí, cuando se cumplió el tiempo oportuno, volvió a Nazaret. En palabras del salmista, fue “trasplantado”. No fue arrancado, sino que, “trasplantado”, conservó todo su poder, belleza, y Sabiduría, para ejercer su Misión: el envío del Padre.
Y este “trasplante” fue perfecto, como no podía ser de otra manera, pues era Voluntad de Dios. Sabemos que al trasplantar un árbol, - en este caso, el Roble de Justicia, por excelencia: Jesucristo-, se ha de abonar el terreno. Pues en este caso, Dios Padre preparó el terreno, la venida de Jesús, con el anuncio del Bautista: “…Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo, porque irás delante de Dios a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados…” profecía de Zacarías, esposo de Isabel, exultando de gozo por el nacimiento de su hijo, Juan.
Continúa el Salmo: “…su sombra cubría las montañas…” Curiosa apreciación que no nos puede pasar desapercibida. En la anunciación del ángel Gabriel a María, después del saludo, le dice: “…la Fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra…”, para explicarle cómo se produciría la Encarnación de Dios en ella. Identifica la Sombra del Altísimo con su Fuerza, que, como sabemos, significa en la Escritura el Poder de Dios, su Santo Brazo. Pues este Poder, esta Sombra, cubría hasta las montañas…su Poder prevalecía sobre los montes, que, representan los lugares donde habitan los dioses humanos…Toda la Escritura, Palabra revelada por Dios, está sí perfectamente construida, perfectamente ensamblada.
Si vamos a Isaías, aclararemos un poco la expresión “Robles de Justicia”. En hebreo, roble se traduce por “ayil”, que, literalmente significa: Algo fuerte, un apoyo fuerte. Y Roble de Justicia, es pues algo que siendo fuerte se ajusta a Dios. ¡Qué maravillosa revelación!
Cuando Jesús inicia su vida pública, se presenta un día en la sinagoga y le eligen para la lectura. Abre el rollo del libro, y lee en Isaías 61: “…El Espíritu del Señor está sobre mí porque me ha ungido: para anunciar la Buena Nueva a los pobres, vendar los corazones rotos, pregonar la libertad a los cautivos, y anunciar un año de gracia de Yahvé…” (Is 61, 1-3) Y continúa más adelante: “…se les llamará “robles de justicia”, plantación de Yahvé, para manifestar su Gloria…”
Cuando Jesús terminó esta lectura dijo: “…Esto que habéis oído se cumple hoy en Mí…” (Lc 4, 16-23) En Él se cumple la Escritura, como Él mismo revela, es el excelso “Roble de Justicia” que se ajusta a Yahvé, es el “Ayil” hebreo, la Roca firme, el apoyo del cristiano, del discípulo.
Para terminar, podemos pensar aquella frase de Isaías: “…sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación…”(Is 12,1-6), para indicar que, las aguas que Dios nos permite meditar, son el mismo Jesucristo, el agua Viva, que nos alimenta de su Fuente, tal y como explicó a la Samaritana. Y entonces podremos exultar de gozo: “… ¡Qué grande es, en medio de Ti, el Santo de Israel…”
(Tomás Cremades) comunidadmariamadreapostoles.com
miércoles, 19 de febrero de 2020
PERO…¿ QUÉ LUGAR BUSCAMOS?
lunes, 17 de febrero de 2020
Toque Vencer al odio
La ley del talión
viernes, 14 de febrero de 2020
Reflexiones al Evangelio del Domingo VI T. Ord. Ciclo A (Mat 5,17-37) 16_02_2020
Intentar cumplir el Evangelio buscando ser perfectos así sin más, significa no haber entendido el Don que nos ha traído la Encarnación del Hijo de Dios. Hemos de acoger el Evangelio como dice San Agustín, con el amoroso deseo de concebirlo en la médula del alma. Jesús vino a llenar la Palabra de Plenitud, esto es lo que significa en la espiritualidad bíblica el verbo cumplir y esto es lo que Jesús nos ofreció cuando al morir grito ¡Todo está Cumplido! y a continuación entregó su Espíritu (Jn 19,30). No podemos ir al Evangelio con ínfulas farisaicas, creyendo que está a nuestro alcance y que solo genera personas que viven de apariencias o fanáticas. Hemos de ir al Evangelio, con la debilidad en nuestras manos pero también con tanto Amor y Pasión por nuestro Buen Pastor, que Éste abrigue nuestras carencias con su Fuerza.
(P. Antonio Pavía- Misionero Comboniano)
comunidadmariamadreapostoles.com
martes, 11 de febrero de 2020
LA PERSEVERANCIA
Sólo existe un camino para conocer a Dios, el de la perseverancia
A él se llega cuando se comprende y se abraza el convencimiento de que, si estamos en Dios, todo lo que ocurre, conduce a Dios
Cada vez que te sientas pequeño y abandonado, asediado por la vida
Cada vez que no tengas fuerzas y te falte la respiración, piensa que Dios te mira y convertirá cada una de tus lágrimas en razones para asegurar tus pasos y conducirte a la luz.
Es difícil entenderlo pero esa es la forma en la que Dios nos descubre su Vida
Despacio, perseverando, con nuestra mirada fija en Él , cargados de una fe que no traiciona y apoyados en la promesa que nuestro Señor selló con su muerte en la Cruz.
(Olga)
comunidadmariamadreapostoles.com
domingo, 9 de febrero de 2020
Toque: Que Dios te rapte
viernes, 7 de febrero de 2020
Reflexiones al Evangelio del V Domingo del Tiempo ordinario Ciclo A. (Mt 5,13-16) 9-2-2020
miércoles, 5 de febrero de 2020
Hay un lugar escondido
lunes, 3 de febrero de 2020
EPULON Y LAZARO
Ambas nombres se recogen en la parábola que relata el Evangelio de Jesucristo según san Lucas (16.19-31). Remito al lector el texto completo, sacrificándolo en aras de poder explicar algunos matices del mismo.
Los personajes son ficticios, no necesariamente reales, pues el Señor, en sus catequesis (*) hace resonar su Palabra en los oídos de sus discípulos.
Y emplea dos nombres que, ya de por sí, tiene significado en el texto evangélico. Epulón se denominaba a los sacerdotes de la antigua Roma que dirigían los banquetes que se hacían a los dioses para aplacar su ira; controlaban la calidad del rito al objeto de evitar faltas en el mismo. Etimológicamente viene del latín “epulo, banqueteador o comilón”.
La palabra Lázaro proviene etimológicamente de Eleazar, que significa “Dios me ayuda”.
Eleazar era el tercero de los hijos del sacerdote Aarón, hermano de Moisés.
Por tanto, Jesucristo ya está dando a entender cómo son ambos personajes. Sabemos que, según el relato evangélico, Epulón fallece y es enterrado, y sufre las penas del Hades. El “Hades” es la expresión gregorromana del infierno, de forma que Jesús está ya hablando para un público no sólo judío, sino también griego y romano.
Lázaro es llevado “al seno de Abraham”, expresión bíblica del Cielo. Y continúa el texto anunciando los terribles sufrimientos del Hades o infierno, en forma de “llamas”. Epulón levanta los ojos, y al igual que el Salmo 120:” …levanto los ojos a los montes, ¿de dónde me bien el auxilio? El auxilio me viene del Señor…” implora compasión. Pero ya es tarde, le dice Abraham, al que Epulón llama “padre Abraham, pues nadie puede pasar del cielo al infierno y viceversa.
Epulón se sabe culpable, pero, ante la imposibilidad de la situación, pide que Lázaro moje su lengua con el dedo recién refrescado en agua.
Nuevamente yerra en su petición, y, no obstante, insiste en el bien, ya no suyo, sino de sus hermanos. Pide que vaya Lázaro a avisarles. La respuesta de Abraham es fulminante: “…tiene a Moisés y los profetas, ¡que los oigan!” No dice ni siquiera que los escuchen; ¡se conforma con que los oigan!
Epulón insiste: “... ¡si ven a un muerto se convertirán!” Y nuevamente Abraham le fulmina: “…si no oyen a Moisés y a los Profetas, tampoco se convertirán, ni aunque un muerto resucite…”
Magistral respuesta de Abraham. Magistral la enseñanza de Jesús, que pone en boca de Abraham esta profecía: Tampoco muchos creerán la resurrección de Jesucristo, habiéndole visto muerto. El tiempo ha dado la razón
(*) Catequesis: palabra griega que viene del verbo ϗατ€ϗ€ꞷ (katekeo) que significa: “poner en resonancia la Palabra de Dios, o hacer resonar la Palabra de Dios”
(Tomás)
comunidadmariamadreapostoles.com