... LA EUCARISTIA EN LA IGLESIA PRIMITIVA (del libro Historia del Santísimo Sacramento.- Autor D. Francisco Menchén)
Hubo muchos evangelios y fue la Iglesia la que
determinó que evangelios se ceñían a la tradición de la
Iglesia y cuáles no, De ahí que nacieran los evangelios
canónicos y los apócrifos.
Por lo tanto lo que nos cuenta los evangelios está
en plena concordancia con lo que pensaban los cristianos
de la época. El primer evangelio en escribirse es el de
Marcos que recoge la tradición oral y según muchos
autores también se basaría en un presunto evangelio
anterior perdido que sería el evangelio Q. No obstante y
al no haberse encontrado este evangelio, sino que como
mucho nos encontramos con hipotéticas reconstrucciones
del mismo a través de la comparación de los evangelios
sinópticos, hemos de decir que Marcos es la fuente más
antigua aceptada por la Iglesia con una antigüedad que
bien puede retrotraerse a algo más de la decena de años después de la muerte de Jesús. Marcos nos dice que Jesús
dejó claro que el pan es su cuerpo y el vino es su sangre.
Los otros dos evangelios sinópticos: Mateo y
Lucas, se basan en Marcos y tratan de ampliar la
información aportada por éste. En el caso de Mateo, que
se dedica a escribir fundamentalmente a los
judeocristianos vuelve a dejar claro el mensaje: el pan es
el cuerpo de Cristo y el vino es su sangre. Así de claro.
Los cristianos de la Iglesia de Jerusalén cuando se
reunían para tomar el alimento, tomaban el pan en el
sentido de que es el cuerpo de Cristo y el vino que es su
sangre.
Lucas, que era gentil, un gran investigador que
estuvo en Jerusalén y que allí contactó con Mateo y la
Virgen María lo que hace es aclarar la importancia de
este acto. A la hora de comer el pan y el vino, no solo se
está recordando a Jesús, sino que esta es la Nueva
Alianza. Es decir la alianza antigua mosaica es sustituida
por una Nueva Alianza entre Dios y su pueblo. El
cristiano asume que la muerte y resurrección de Jesús se
plasman en este acto,
Juan escribe un evangelio más teológico y deja claro que es la Eucaristía: “En verdad, en verdad os digo: Sino coméis la carne del hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.” (Jn 6, 53 – 56).
Juan escribe un evangelio más teológico y deja claro que es la Eucaristía: “En verdad, en verdad os digo: Sino coméis la carne del hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.” (Jn 6, 53 – 56).
En este sentido, San Pablo en los años 50, en su
carta a los Corintios vuelve a dejar claro que la eucaristía
es el acto donde el cristiano al tomar el pan y el vino no
solo participa en la nueva alianza entre Dios y los
hombres sino que está unido a Jesús. De ahí que el
cristiano debe de estar preparado para ello.
Esto lo pone de manifiesto la Didadjé que
establece unos requisitos claros para poder tomar parte en
la toma del alimento; es decir a la hora de tomar el
cuerpo y la sangre de Cristo. En primer lugar han de estar
bautizados. El Bautismo tenía un profundo significado
para el pueblo de Israel. Cuando una persona se
bautizaba lo que hacía era renunciar a su vida anterior
que quedaba completamente atrás y se sometía por
completo a las enseñanzas de una persona, Por lo tanto el
Bautismo suponía en sí mismo una conversión total del
individuo y la aceptación del mensaje de Cristo de una
forma inequívoca.
Pero no solo se le exigía al cristiano una adhesión total a Cristo y por lo tanto una conversión, sino que además el cristiano ha de estar dispuesto a estar completamente preparado para unirse al cuerpo de Cristo en una Nueva Alianza y para ello ha de estar libre de pecado y a bien con sus hermanos.
Pero no solo se le exigía al cristiano una adhesión total a Cristo y por lo tanto una conversión, sino que además el cristiano ha de estar dispuesto a estar completamente preparado para unirse al cuerpo de Cristo en una Nueva Alianza y para ello ha de estar libre de pecado y a bien con sus hermanos.
Ahora, estos textos fueron una interpretación
equivocada de la realidad o ¿acaso fue el producto de un
mayor fanatismo al tratarse de un periodo muy cercano a
la muerte de Jesús? La evolución de la Iglesia primitiva
parece demostrar que no es así.
El catecumenado, que era un periodo de preparación de los neófitos para recibir el bautismo solía durar años. Los catecúmenos no podían recibir el pan y el vino. Luego si para poder recibir el pan y el vino se ha de esperar años y se tiene que estar espiritualmente preparado para recibirlo es porque aquello que se recibe era de suma importancia: el mismo Cristo.
El catecumenado, que era un periodo de preparación de los neófitos para recibir el bautismo solía durar años. Los catecúmenos no podían recibir el pan y el vino. Luego si para poder recibir el pan y el vino se ha de esperar años y se tiene que estar espiritualmente preparado para recibirlo es porque aquello que se recibe era de suma importancia: el mismo Cristo.