lunes, 30 de septiembre de 2019

EL PADRE NUESTRO, enseñanza de Jesús

De sobra conocido el texto del PADRENUESTRO, en Mateo 6: “Cuando recéis no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. Vosotros orad así: “Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, venga a nosotros tu Reino, hágase tu Voluntad, así en la tierra como en el Cielo; danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal”. Porque si perdonáis a los hombre sus ofensas, también os perdonará vuestro padre celestial, pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre
perdonará vuestras ofensas”. (Mt 6, 7-15)
Podríamos llamar a este Evangelio como: “la Oración más bella salida de los labios de Jesús”. Antes de que Jesucristo enseñase esta oración a sus discípulos, los israelitas fieles a Yahvé rezaban con los libros sagrados del Pentateuco: Génesis, Éxodo,
Números, Levítico y Deuteronomio.
Pero los Apóstoles, al ver al Señor rezar a su Padre, le instaron: “…enséñanos a orar”(Lc 11,1-13). Concretamente fue uno de sus discípulos el que le pidió este maravilloso deseo. Y el Evangelio no dice quién fue el discípulo que lo solicitó. Se ha mantenido en el anonimato este discípulo, que ni siquiera sabemos que fuera uno de sus apóstoles.
Sería hermoso imaginar que este discípulo anónimo pudiera ser cada uno denosotros…Y es que esta petición, arranca del corazón humano, al ver cómo rezaba Jesús.
Dicen los Santos Padres de la Iglesia que un cristiano no lo es hasta que no ha visto a otro cristiano. Es decir: al ver la vida que vive un cristiano en sus múltiples facetas, ese ejemplo arrastra un deseo incontenible que le impulsa a ser también cristiano. Lo cual, dicho sea de paso, nos interpela enormemente.
Pues éste es el caso de ese discípulo. Y Jesús le enseña, curiosamente, con siete
“enseñanzas”, que por el número indicado, el siete, ya nos lleva a la plenitud. El siete, como otros muchos números de la Escritura, tiene un significado simbólico, que nos acerca a la revelación. El siete es “la plenitud”. Siete son los sacramentos, siete los dones del Espíritu Santo…siete los días de la Creación, siete pecados capitales…y así podríamos continuar.
Sirva este “entreacto” como un aperitivo que dejamos al lector como parte de la meditación, que debe siempre acompañar a cualquier ocasión que tengamos en donde se hable de Dios y sus enseñanzas.
Estas siete peticiones que elevamos en el Padrenuestro, ya nos indican que la plenitud
de nuestra oración está encaminada por ahí.
La oración comienza con la llamada a un interlocutor: el Padre de Jesús. Pero tiene algo
esencial: Dice: “Padre nuestro”, no “Padre mío”. Jesús nos está diciendo claramente que el discípulo que invoca a Dios reconoce en Él a su Padre, no solo al Padre de Jesús.
Lo que implica que Jesús es nuestro excelso Hermano
Y nos dice que está en los Cielos. Sabemos que el Cielo no es un lugar físico, sino que es un “estado” del alma donde se encuentra Dios.
El fiel orante pide claramente que sea su Nombre santificado. El nombre para un israelita no tiene el mismo significado que para nosotros, que procedemos de una cultura greco-romana, y que nos sirve para diferenciar una persona de otra, simplemente. En el pueblo de Israel el nombre representa “la esencia del ser”. Recordemos que Adán “puso el nombre “a todo lo creado”. (Gen 2, 18-20)
Y en la Carta a los Filipenses dice Pablo: “…por eso Dios le concedió el Nombre sobre todo nombre, de modo que al Nombre de Jesús toda rodilla se doble en el Cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios
Padre” (Fp 2,6-11)
Así, pues, pedimos al Padre que el Nombre de Jesús, su Esencia de Dios, sea reconocido en todo el Universo, como criterio de salvación y honra y honor a Él.
Que venga su Reino es pedir que Jesucristo,- verdadero Reino de Dios-, venga a nuestros corazones. Y al pedir que se haga su Voluntad en la tierra y en el Cielo, podemos volver la oración por pasiva así: En el Cielo es indudable que se hace la Voluntad de Dios; entonces podemos decir, sin temor a errar, que donde se hace la Voluntad de Dios, ahí está el Cielo. Y de aquí deducimos que el Cielo comienza ya desde ahora y continuará después de la muerte.
Pedimos su pan; pero: “…no sólo de pan vive el hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios…” (Mt 4,4)
El Padre conoce nuestras necesidades, no nos dejará sin el alimento que no perdura,
el pan, pero hemos de pedirle el “Pan de su Palabra” que es su Evangelio, para alimento
del alma, que perdura.
Dios es consciente de nuestras debilidades, conoce nuestro barro, por eso dice que pidamos: “…perdona nuestras ofensas…”. Sabe que vamos a pecar, y está dispuesto a perdonarnos si nosotros hacemos lo mismo con nuestros hermanos. Además nos brinda el auxilio para “no caer en el tentación”, librándonos de “ese mal” que es el Maligno Satanás.
Este es el camino de salvación que nos enseña Jesús, Hijo del Padre, nuestro Hermano.
(Tomás Cremades)
comunidadmariamadreapostoles.com

sábado, 28 de septiembre de 2019

Reflexiones sobre el Evangelio del Domingo 26 Tiempo ordinario ciclo C (Lc 16,19-31)

Pobre hombre este ricachón pues llegó a creer que con sus bienes podría comprar la Fuente de la Vida.
Sí, pobre hombre en su afán de disfrutar los bienes visibles traumatizó y expolió su alma de la vida eterna para la que fue creada; pobre hombre sí, que embriagado de sus haberes no percibió que tratando así a su alma vivía una existencia incompleta, mutilada, al no poder aspirar el Aliento del Invisible. Seguramente que más de una vez habría oído en el Templo  textos tan esclarecedores como por ejemplo éste de Isaías: "¿Porqué gastar vuestro dinero en lo que no alimenta, en lo que no sacia? Inclinad el oído y venid a mí, escuchadme y viviréis.." (Is 55,2-3) Si, seguro que habría oído este texto y otros en la misma dirección y se habría dicho... ¡Más adelante los tendré en cuenta, haré caso a Dios y a su Palabra! El más adelante no llegó.... con el paso del tiempo se embruteció tanto, que fue incapaz de reaccionar.
Antonio Pavía-Misionero Comboniano
comunidadmariamadreapostoles.com

miércoles, 25 de septiembre de 2019

Salmo 51.- Canto del Miserere

Salmo 51. Canto del Miserere

¡Ten piedad de mí, oh Dios, por tu amor!
Por tu inmensa compasión, borra mi culpa
¡Lava del todo mi injusticia,
purifícame de mi pecado!
Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado;
contra ti, contra ti solo pequé,
haciendo lo que es malo a tus ojos.
Pero tú eres justo cuando hablas,
y en el juicio, resultarás inocente.
Mira, en la culpa nací, pecador me concibió mi madre.
Tú amas el corazón sincero,
y, en mi interior, me enseñas la sabiduría.
Purifícame con el hisopo y quedaré limpio.
Lávame y quedaré más blanco que la nieve.
Hazme oír el gozo y la alegría,
que se alegren los huesos que aplastaste.
Aparta de tu rostro mis pecados,
y borra en mí toda culpa.
Oh Dios, crea en mí un corazón puro, y renueva en mi pecho un espíritu firme.
No me rechaces lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.
Devuélveme la alegría de tu salvación, que me sostenga un espíritu generoso.
Enseñaré a los culpables tus caminos, y los pecadores volverán a ti.
¡Líbrame de la sangre, oh Dios,
¡Dios, salvador mío!
Señor, ábreme los labios
y mi boca proclamará tu alabanza.
Pues no quieres sacrificios,
ni te agradan los holocaustos.
Mi sacrificio es un espíritu contrito.
Un corazón contrito y humillado
tú no lo desprecias.
Por tu bondad, favorece a Sión,
reconstruye las murallas de Jerusalén.
Entonces aceptarás los sacrificios rituales, ofrendas perfectas y holocaustos, y sobre tu altar se inmolarán novillos.

Reflexión Salmo 51- Danos un corazón nuevo

El rey David entona este canto penitencial que le sale del alma. Lo compone después que el profeta Natán arrojase luz sobre él, haciéndole ver la inmensa gravedad de su pecado. Sucede que David ha adulterado y ha hecho matar al marido de su amante, el general Urías.
David, postrado y humillado, apela a la ternura de Dios y le grita que, por su misericordia, limpie su pecado: Límpiame a fondo, purifica hasta lo más recóndito de mi corazón. «¡Ten piedad de mí, oh Dios, por tu amor! Por tu inmensa compasión, borra mi culpa. ¡Lava del todo mi injusticia, purifícame de mi pecado!»David tiene conciencia de su ser radicalmente pecador:
«Mira, en la culpa nací, pecador me concibió mi madre». Pero no por ello se queda en una actitud paralizante. Recurre a la osadía, solamente propia de los amigos de Dios. Sabe que no puede justificarse y, con la confianza de quien conoce a Dios, le ruega que sea Él mismo quien le justifique. Y así se lo suplica: «Oh Dios, crea en mí un corazón puro, y renueva en mi pecho un espíritu firme». Entramos con David en un concepto sublime del perdón de Dios: ¡Es un perdón creador!

El profeta Ezequiel anuncia a su pueblo, desterrado en Babilonia a causa de la idolatría y que ha perdido toda esperanza, que Dios les dará un corazón nuevo: «Yo les daré un solo corazón y pondré en ellos un espíritu nuevo: quitaré de su carne el corazón de piedra y les daré un corazón de carne»

Esta es la respuesta de Yahvé al ruego y súplica de David, ya que él personifica todos los pecados e idolatrías de Israel. Yahvé, que ha tenido el oído atento a la oración de David, proclama, por medio de Ezequiel, la promesa de que actuará conforme se le ha pedido. No hay duda que, en la relación hombre-Dios, osadía y misericordia se compenetran muy bien.

En Jesucristo, Yahvé cumple lo prometido a Israel por medio de Ezequiel. Él es, con su Evangelio, quien va a hacer posible la creación de un corazón nuevo. Nuevo porque, aun sujeto a la propia debilidad humana, tendrá sus ojos puestos en Dios. Además, en Jesucristo, la promesa ya no es solo para el pueblo de Israel sino para toda la humanidad. Oigamos al apóstol Pablo dando esta buena noticia a la comunidad de Éfeso: «Pues habéis sido salvados por la gracia mediante la fe; y esto no viene de vosotros, sino que es don de Dios... En efecto, hechura suya somos: creados en Cristo Jesús, en orden a las buenas obras que de antemano dispuso Dios que practicáramos»

«Creados en Cristo Jesús», por lo que somos revestidos del título de hijos de Dios y, en cuanto hijos, también herederos. «El Espíritu se une a nuestro espíritu para testiguarnos que somos hijos de Dios. Y, si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo»

Es bueno insistir cómo Yahvé escuchó con agrado la súplica de David. De hecho, cumplió su deseo con creces y, además, para todo hombre por medio de su Hijo. Ha sido tan grande la acción de Dios, que nadie podrá nunca gloriarse de su propia fe o fidelidad como si fuese mérito suyo.

El apóstol Pablo tiene absoluta conciencia de esta primacía total de Dios en él y en todo hombre que acoge el Evangelio: «Para que ningún mortal se gloríe en la presencia de Dios. De Él os viene que estéis en Cristo Jesús, al cual hizo Dios para nosotros sabiduría de origen divino, justicia, santificación y redención, a fin de que, como dice la Escritura: el que se gloríe, gloríese en el Señor»

Gloriarse en el Señor, como nos acaba de decir el apóstol, es fruto de la sabiduría. Sabiduría que consiste en comprender que es Él quien tiene la iniciativa en nuestro camino de conversión. Él es quien ha ofrecido su vida por nuestro rescate.
(P.Antonio Pavía)
comunidadmariamadreapostolescom


sábado, 21 de septiembre de 2019

Reflexiones al Evangelio del Domingo 25 T.Ordinario Ciclo C Lc 16,1-13

El Evangelio de hoy cierra con esta exhortacion inequívoca de Jesus:
"No podéis servir a Dios y al Dinero"
Analizamos catequéticamente estas palabras del Hijo de Dios, a la luz de la pregunta que Él hizo en una ocasión a sus discípulos .. Vosotros ¿Quien decís que soy yo?. Pedro iluminado por el Padre respondió: ¡Tu eres el Hijo de Dios vivo!.
La profesión de fe de Pedro, no puede ser más acertada y los que queremos llegar a ser Discípulos de Jesus, la hacemos nuestra, sin embargo no deja de ser una profesión hecha con la boca, para ser verídica la debe de acompañar la profesión de fe del corazón.
Solo desde el corazón podremos saber a quién servimos-adoramos, si a Dios o al Dinero.
Una luz que puede iluminar quien es el Dios de nuestro corazón, nos la da el mundo cercano a nuestra vida.. Son las personas que bien nos conocen los que perciben quién es nuestro Verdadero Dios.. Si el Dios Vivo, Padre de Jesús, o el Dios Muerto que es el Dinero... en este punto, los que nos rodean no suelen equivocarse acerca de a quien adoramos realmente, los que decimos que creemos en Dios.
(Antonio Pavía-Misionero Comboniano)
comunidadmariamadreapostoles.com

jueves, 19 de septiembre de 2019

Quién

Quién, Mi Señor, subirá hasta Tu Monte Santo.
Por qué ladera ascenderá para escuchar, mejor, Tu voz.
Qué pendiente será, Mi Señor, la que podrán pisar unos pies descalzos.
Quién, mi Señor llegará a la cima más alta a contemplar… la Luz de Tu rostro, Luz que abarca la anchura del horizonte más elevado, invisible a la pupila del ser humano.
El de corazón puro y manos inocentes,
El de mirada limpia y serena en sus ojos,
El que antes descienda y se sumerja hasta cubrirle el barro,
El que renazca de nuevo y quede restaurado.
Y ...Mi Señor,
quién andará sobre la estela, que, como espejos, brilla en tu mar de plata,
quién Mi Señor logrará caminar sobre ella, sin miedo a vacilar.
El que avanza con espíritu firme,
el que mantiene su mirada hacia el resplandeciente sol cuya luz nunca se apaga.
El que escucha y cumple mi Palabra.
Mi Señor enséñame el sendero de la vida, enséñame a cumplir tu Palabra.
Tú sabes …soy pequeña y débil, mis manos son torpes y tropiezo con facilidad, cuanto ansía mi alma ser perfecta ante tus ojos, pero cuanto más me miras más imperfecta me veo yo, y caigo y me levanto y te digo: Purifícame Dios mío, hazme digna de vos, crea en mí un corazón puro, para que cuando te asomes desde tu morada Santa, a mirar, me sonrías desde el cielo.
(Loles)
comunidadmariamadreapostoles.com

martes, 17 de septiembre de 2019

Pero.. ¿Qué lugar buscamos?

Pero qué lugar buscamos en el mundo, si tenemos el mejor: la primera fila, ante ti, capaces de verte y capaces de escucharte
¿Qué otro lugar, inventado por los hombres o por nosotros mismos en nuestra carrera errática, puede superar al que me reservaste el día que lanzaste un hilo desde el cielo y ataste mis sentidos a ti para poder verte, escucharte y entenderte?
Me diste la necesidad de buscarte desde el momento que abro mis ojos al nuevo día. 
Retiraste el velo de tu voz que resuena en la tierra sólo para los que tú quieres, los que pequeños, casi nada, levantan sus ojos al cielo pidiendo tu luz
¿Qué otro sitio puede haber mejor que éste?
¿A qué gloria aspiramos si vivimos envueltos en tu atenta mirada, si nos has puesto ojos en el alma y vemos el mundo por detrás de su escenario descubriendo el dolor de los hombres más allá de lo que muestran?
Si supiéramos que el mundo no nos humilla porque tú nos recoges, si nos diéramos cuenta que todo lo que somos y tenemos está guardado en tu seno - viene de ti y vuelve a ti - no habría tiempo para lamentar, para buscar en el mundo lo que ya hemos ganado, lo que tu mano de Padre nos entrega cada día. 
(Olga) - comunidadmariamadreapostoles.com

domingo, 15 de septiembre de 2019

El ansiado puerto

Clamaron a Yahvé en su apuro..
Y Él les los libró de sus angustias.
Apaciguó la tormenta en suave brisa, y enmudecieron las olas del mar.
Ellos se alegraron de aquella bonanza, y Él los condujo al ansiado puerto.(Sal 106,28-30)*
Jesús caminando sobre las aguas ...nos asegura, que por más fuerte que sean los problemas de todo tipo: económicos ..de salud... familiares... Él está ahí para salvarnos, para darnos la mano... si después, el miedo nos unde otra vez, como a Pedro ..  solo tenemos que decir: ¡sálvanos Señor que perecemos! .. porque esto es el camino de la fe ...unas veces en lo alto y otras hundidos .... pero siempre salimos a flote ... gracias a su mano ..que siempre tenemos al lado... muchas veces no la vemos, pero está... Él nos conduce al ansiado puerto,  ÉI... no nosotros por mucho que lo queramos hacer con nuestras fuerzas. Él nos dice: Yo os haré llegar ....
ÉSTE ES NUESTRO DIOS
(Carmen)
comunidadmariamadreapostoles.com

DESCENDISTE

Descendiste aquí .
Viniste al lugar de la miseria, al mundo que casi nunca te llama pero escuchaste a unos pocos que te pidieron venir.
Descendiste y nos hablaste, nos miraste y nos dijiste que la vida verdadera se descubre desde abajo
Descendiste y denunciaste, defendiste la verdad en un mundo que prefiere la mentira a la claridad, la oscuridad a la luz.
Descendiste y  salvaste a muchos de sus vidas sin sentido y otros muchos se sintieron denunciados por tu Luz.
Descendiste y te entregaste, te rebajaste y aceptaste el lugar de los malhechores
Te mataron, te colgaron de una Cruz, te insultaron, te vejaron y se rieron de ti.
Y, justo en aquel momento, desde aquella Cruz de vida, descendiste y regresaste al amparo de tu madre que te recogió en sus brazos y  te entregó con amor  de nuevo al seno del Padre, desde dónde nos esperas a los que peregrinamos por este mundo, aprendiendo a descender.
(Olga)
comunidadmariamadreapostoles.com

sábado, 14 de septiembre de 2019

Reflexiones al Evangelio del Domingo XXIV Tiempo Ordinario Ciclo C (Lc 15,1-32) 15-09-2019

Sondeamos una de las facetas catequéticas de la Parábola del hijo pródigo...
Éste no está a gusto con su padre, así que le pide la parte de su herencia y se aleja de él poniendo tierra de por medio.
Sabemos que al pasar penurias de todo tipo, se plantea volver a él sin más aspiraciones que la de ser un simple jornalero a su servicio. Evidentemente su corazón, tan calculador, está a años luz del corazón del Padre que es todo Fuego-Amor.
Este hombre no es capaz de entender lo que su padre quiere hacer por él. Algo de esto nos dice Pablo : "..a Aquel que tiene poder para realizar todas las cosas incomparablemente mejor de lo que podemos pedir o pensar " (EF 3,20).
Este pobre hijo, que salió de casa dando el portazo, al decidir volver no aspira más que a ser un siervo para no morirse de hambre.
Su padre, el Padre.. aspira a mucho, muchísimo más... ¡Quiere recuperarle como hijo! .  Cuando se encontraron y se abrazaron... vió cumplida su aspiración.... Le recuperó como hijo, y éste por primera vez supo y conoció cómo y quién era su padre..Va por nosotros.... ¡¡llegar a saber y conocer que Dios es tu Padre..!!
Antonio Pavía-Misionero comboniano
comunidadmariamadreapostoles.com

martes, 10 de septiembre de 2019

¿Quién eres Tú..?

Llevo en mis manos pecados incontables
tengo mis manos manchadas de sangre
Llego ante ti sin nada que ofrecer más que mis manos y un dolor que quema dentro de mi ser
¡Pecador!, ¡pecador soy!, Sí!  un miserable pecador, ante Vos y ante los hombres.
Pero Tú… llegas.
Quien eres Tú…que revolucionas haciendo vibrar cada partícula de mi ser. 
Quien eres Tú… que agitas mis entrañas y me desbordas rompiéndome por dentro.
Quien eres Tú… que embriagas de amor cada parte de mi cuerpo,
Y no vienes de fuera, sino que naces de muy adentro.
Quien eres Tú… que me transformas, creando un nuevo odre de vino nuevo,
vino que corre por mis venas adormeciendo mis primitivos sentimientos.
Quien eres Tú… que agotas mis palabras y estallas por dentro,
haciendo que de mis labios broten desordenados y sin sentidos voces que no comprendo, parezco un niño pequeño balbuciendo sonidos que no entiendo.
Quien eres Tú …que mi mente detienes y me haces ver en la oscuridad miles de puntitos luminosos que me desconectan del mundo externo, que calmas mis ansias y alivias mi corazón cansado por las lágrimas.
Es como una explosión de fuegos artificiales que me desbordan rompiendo todo por dentro y deseosos, buscan una salida hacia fuera, pero lo impiden las paredes de mi cuerpo
Quien eres Tú, mi Señor para mirarme como me miras, sabiendo que solo soy un pecador, que solo espero el perdón, de Vuestro misericordioso amor.
Loles
comunidadmariamadreapostoles.com

domingo, 8 de septiembre de 2019

Me encontrarán

Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón.(Jeremias 29,13 - 14)
Yo soy un peregrino que voy caminando tras el rastro del Señor, te estoy buscando desde hace tiempo y no te encuentro mi Dios,
debo de ir por un camino equivocado, así nunca te hallaré,
tengo que cambiar de rumbo y entonces te encontraré.
Yo te busco, sé que estás ahí, pero Tú no te dejas ver, eres como una sombra, estás en todas partes, pero no te podemos coger.
Para poder encontrarte tengo que creer en Tí, creer en Tí sin verte, es un acto de fé.
Quiero encontrarte sin demora pues si no se puede marchitar mi fé.
Yo continuo con mi peregrinación, te busco con todo mi corazón,
y si me quedo en el camino será por cansancio, por hambre, por sed, nunca será por falta de amor, pues mi corazón está lleno de este alimento tan necesareo para el alma y el corazón, así tendré fuerzas para encontrarte a ti, mi Dios.
Nada me apartará del camino que he elegido con todo mi corazón. Peregrino has elegido un camino, que está adornado con guirnaldas de amor, si este camino está dotado de algo tan especial, debe de ser el camino de la verdad en él te llenarás del Evangelio de La Palabra.
Peregrino ya has encontrado a Dios.
Elia
comunidadmariamadreapostoles.c

Toque Lugar del Santo encuentro

Cuando el Espíritu Santo nos enseña a partir la Palabra...la Biblia deja de ser un libro y se convierte en el Lugar del Santo Encuentro...donde Dios revela a sus amigos " sus secretos".

sábado, 7 de septiembre de 2019

Reflexiones sobre el Evangelio del 23 Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo C (Lc 14,25-33) 08-09-2019

Jesús señala la determinación que ha de tener todo aquel que desee llegar a ser discípulo suyo, en unos términos -posponer padre y madre..etc - que pueden asustarnos.
En realidad sólo se asustan los necios, jamás los sabios. 
El necio, atado al moralismo se dice a sí mismo: ¡Difícil me lo pone! y como no entiende que seguir a Jesús es acertar el pleno de la Vida, se esforzará en cumplir una serie de prácticas religiosas, con el intento de sortear el Evangelio.. es decir, al mismo Jesús.
El sabio sabe que la plenitud de su vida le viene de Jesús y sus Palabras.. y, como quiere vivir ahora y también después de su muerte, se agarra como un náufrago al Evangelio de la Gracia del Dios Vivo y le dice: ¡Aquí estoy!contigo no pierdo nada sino que gano todo! Por eso es sabio.. sabe que, siguiendo a Jesús, todo es ganancia en esta vida y en la otra. San Pablo es figura señera de estos sabios. A su momento vió que todo lo que había dejado atrás por seguir a Jesús, no era más que basura comparado con lo que había recibido de Él. Podéis leer su testimonio en Fil 3,5-8...
Antonio Pavía-Misionero Comboniano
comunidadmariamadreapostoles.com

miércoles, 4 de septiembre de 2019

Un soplo

Castigando los yerros,  Tú corriges al hombre,
Igual que polilla, desgastas sus anhelos,
El ser humano no es más que un soplo..  (Salmo 39,12)
Sí, nos vamos quedando sin todo aquello por lo que tanto nos afanamos... nuestros proyectos de vida.... nuestras ilusiones... todo se acaba porque es finito como yo... solo Dios es infinito... por eso nos dice Jesús: trabajad por los bienes del cielo, que no se terminan ni se corroen ni se envejecen porque son infinitos...
Señor, hazme comprender y trabajar por esos bienes.... yo me asusto y remoloneo sin saber que hacer, pero Tú harás que yo pueda.
ESTÉ ES NUESTRO DIOS
Carmen Pérez
comunidadmariamadreapostoles.com

martes, 3 de septiembre de 2019

TODO EN TÍ PERMANECE

Todo en Tí permanece, no cambia.
En un mundo donde todo se consume, todo se diluye, todo pasa, Tú permaneces.
Permaneces como todo lo que has creado y permaneces en mí, me afianzas, creces en mí y me sostienes, alimentas mis raíces que son las tuyas y las extiendes por el suelo de tu Eternidad.
Ser uno de esos árboles que a lo largo de la historia vivieron deseando crecer en tus atrios, ser parte del jardín de tus delicias.
Árboles que cada mañana despiertan a la luz del sol de tu mirada; árboles que viven y crecen alimentados por Ti.
Árboles que no mueren porque son tus elegidos, tus obras y por eso, permanecen.
Si me dejas elegir, Señor, quiero escoger esta vida.
Déjame ser uno más de esos árboles que cuidas con tus manos y en los que te recreas cuando levantas cada día tu mirada.
Déjame ser vida para ti y sentir tu vida corriendo por mis ramas y sintiendo mis raíces abrazando la tierra de tu Palabra.
(Olga Alonso)
comunidadmariamadreapostoles.com

AMEMOS LA LITURGIA 16.- LA MANO DE YAHVEH

No podemos olvidar los cristianos católicos, que procedemos o somos hijos del pueblo de Israel, en lo que a nuestra fe se refiere. Y así, es bueno conocer muchos de los ritos, modos y costumbres del pueblo de Israel para amar nuestra fe, pues no se puede amar lo que no se conoce.
En muchos ritos de los israelitas, aun hoy en día, vemos a los fieles judíos cubrirse la cabeza con una especie de gorro que se llama (ϗιπα), que se lee KIPÁ. Es un ornamento reservado solo a los hombres, que se usa obligatoriamente en las celebraciones judías de todo tipo incluso en los enterramientos, oraciones, etc.
Representa “LA MANO DE YAHVÉH” que protege al que la lleva. En estas celebraciones, incluso en las visitas a lugares de culto judío, es obligatorio su uso incluso aunque el visitante no sea de esta religión judía.
En la entrada a la Biblioteca situada en la muralla de Jerusalén hoy en día, hay un lugar donde ofrecen esta Kipá a todos los que entran de forma gratuita. Cuando por desconocimiento de este asunto preguntas a un judío por el sentido de este ornamento, Él, gustosamente, te lo explica curvando su mano con los dedos juntos imitando la forma en que Dios Yahveh posa su Mano sobre la cabeza del fiel.
Es interesante saber que esta Biblioteca está situada en la parte izquierda de la muralla, y no por casualidad; se coloca en ese lugar como referencia al lugar del corazón humano también colocado a la izquierda. Es, por así decir, el lugar del amor, donde se ha de leer y meditar las Escrituras judías, no sólo desde el intelecto, sino desde el corazón. Todo una enseñanza para todo fiel.
Si nos remontamos al libro del Génesis, en el capítulo 3, leemos cómo Moisés recibe las instrucciones de Dios sobre la misión que le va a encomendar: “…Ya se, - dice Yahveh -, que el rey de Egipto no os dejará ir, a no ser forzado por una Mano Poderosa. Pero Yo extenderé mi Mano y heriré Egipto con toda suerte de prodigios que obraré en medio de ellos, y entonces os dejará salir…” (Gen 3, 19-21)
La Iglesia Católica toma este ornamento con toda su simbología, y lo coloca sobre los obispos con el nombre de SOLIDEO, que significa: “solo Dios”
Es hermoso meditar cómo la Mano de Dios sobre nuestras cabezas, representa la protección divina, sobre el pueblo de Israel, del que nosotros también somos herederos de su Promesa.
Tomás Cremades
comunidadmariamadreapostoles.com

lunes, 2 de septiembre de 2019

LA FLOR

• Había una flor fresca, bonita y graciosa, resplandecia de forma tan especial que las demás flores la miraban con cierto resquemor, pues ellas no eran tan bonitas ni resplandecian de esa forma tan especial.
• Al llegar a cierta edad, cada una eligió su camino y se puso a caminar hasta encontrar ese sitió que Dios le había reservado, para plantarla en otro lugar.
• Ella encontró entre otras flores, una flor muy especial, era la flor con la que formaría una familia, tubierón preciosas flores, tan brillantes como el sol.
• Toda su vida transcurría de maravilla, hasta que un día una enfermedad, dejó a esta flor marchita y sin luz.
• Ya no era la flor más bonita pero marchita me quedé, mi familia me regaba y me regaba pero esto de poco sirvió, por entonces tube la suerte de conocer a un amigo que se llamaba Jesús.
• Seguro que fue tu Madre, María, la que quiso que te conociera, Jesús, ella sabía de lo mucho que te necesitaba, yo creia que estaba lejos de Ti, pero en realidad no estaba tan lejos, pues yo hablaba con un amigo que se llamaba Jesús, pero no sabía que eras Tú.
• Aquí fue cuando comenzó nuestra verdadera amistad, yo te conté lo que me pasaba, aunque Tú lo sabías ya, pero querías oírlo de mi boca para poderme ayudar, Tú me ayudas Jesús, pero sé que tendré que esperar, hasta que llegue el momento para poderme curar.
• Tú eres el unico que me puedes curar como hiciste con otros ya, así volveré a florecer, aunque ya seré una flor, tranquila, con señales del paso del tiempo y de la enfermedad, pero a la que su familia la quiere y la cuida para que vuelva a ser la flor más bonita, pero esto ya nunca lo será.
• Jesús tu eres mi amigo, no me dejes caer al abismo, pues estoy muy cerca de él, solo Tú puedes hacer que no me deslice, pues si caigo ya no podré volver a florecer.
(Elia)
comunidadmariamadreapostoles.com