• Había una flor fresca, bonita y graciosa, resplandecia de forma tan especial que las demás flores la miraban con cierto resquemor, pues ellas no eran tan bonitas ni resplandecian de esa forma tan especial.
• Al llegar a cierta edad, cada una eligió su camino y se puso a caminar hasta encontrar ese sitió que Dios le había reservado, para plantarla en otro lugar.
• Ella encontró entre otras flores, una flor muy especial, era la flor con la que formaría una familia, tubierón preciosas flores, tan brillantes como el sol.
• Toda su vida transcurría de maravilla, hasta que un día una enfermedad, dejó a esta flor marchita y sin luz.
• Ya no era la flor más bonita pero marchita me quedé, mi familia me regaba y me regaba pero esto de poco sirvió, por entonces tube la suerte de conocer a un amigo que se llamaba Jesús.
• Seguro que fue tu Madre, María, la que quiso que te conociera, Jesús, ella sabía de lo mucho que te necesitaba, yo creia que estaba lejos de Ti, pero en realidad no estaba tan lejos, pues yo hablaba con un amigo que se llamaba Jesús, pero no sabía que eras Tú.
• Aquí fue cuando comenzó nuestra verdadera amistad, yo te conté lo que me pasaba, aunque Tú lo sabías ya, pero querías oírlo de mi boca para poderme ayudar, Tú me ayudas Jesús, pero sé que tendré que esperar, hasta que llegue el momento para poderme curar.
• Tú eres el unico que me puedes curar como hiciste con otros ya, así volveré a florecer, aunque ya seré una flor, tranquila, con señales del paso del tiempo y de la enfermedad, pero a la que su familia la quiere y la cuida para que vuelva a ser la flor más bonita, pero esto ya nunca lo será.
• Jesús tu eres mi amigo, no me dejes caer al abismo, pues estoy muy cerca de él, solo Tú puedes hacer que no me deslice, pues si caigo ya no podré volver a florecer.
• Al llegar a cierta edad, cada una eligió su camino y se puso a caminar hasta encontrar ese sitió que Dios le había reservado, para plantarla en otro lugar.
• Ella encontró entre otras flores, una flor muy especial, era la flor con la que formaría una familia, tubierón preciosas flores, tan brillantes como el sol.
• Toda su vida transcurría de maravilla, hasta que un día una enfermedad, dejó a esta flor marchita y sin luz.
• Ya no era la flor más bonita pero marchita me quedé, mi familia me regaba y me regaba pero esto de poco sirvió, por entonces tube la suerte de conocer a un amigo que se llamaba Jesús.
• Seguro que fue tu Madre, María, la que quiso que te conociera, Jesús, ella sabía de lo mucho que te necesitaba, yo creia que estaba lejos de Ti, pero en realidad no estaba tan lejos, pues yo hablaba con un amigo que se llamaba Jesús, pero no sabía que eras Tú.
• Aquí fue cuando comenzó nuestra verdadera amistad, yo te conté lo que me pasaba, aunque Tú lo sabías ya, pero querías oírlo de mi boca para poderme ayudar, Tú me ayudas Jesús, pero sé que tendré que esperar, hasta que llegue el momento para poderme curar.
• Tú eres el unico que me puedes curar como hiciste con otros ya, así volveré a florecer, aunque ya seré una flor, tranquila, con señales del paso del tiempo y de la enfermedad, pero a la que su familia la quiere y la cuida para que vuelva a ser la flor más bonita, pero esto ya nunca lo será.
• Jesús tu eres mi amigo, no me dejes caer al abismo, pues estoy muy cerca de él, solo Tú puedes hacer que no me deslice, pues si caigo ya no podré volver a florecer.
(Elia)
comunidadmariamadreapostoles.com
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