sábado, 11 de abril de 2020

Reflexión al Evangelio del Domingo Pascua de Resurrección Mt 28,1-10


Mt 28,9 Domingo al amanecer; dos mujeres, María Magdalena y la madre de Santiago, se encaminan presurosas al sepulcro. Quizás ni ellas mismas saben bien porqué van, pues han visto con sus propios ojos morir a Jesús y también cómo después fue enterrado en un sepulcro de piedra que además está custodiado por unos guardias que no están para cuentos. Aun así van hacia el sepulcro; aún resuena en sus corazones la de veces que atestiguó: ¡Resucitaré al tercer día! Van hacia allí pues quieren saber de una vez por todas si Jesús era el Hijo de Dios o solamente un iluminado como muchos otros. Sabemos la respuesta.. ¡Le vieron resucitado!. Hay un detalle importantísimo en este Evangelio.. Jesús sale al encuentro de las dos mujeres y éstas abrazándose a sus pies, le adoraron.. Es un detalle que se nos ilumina con estas palabras que Jesús dijo a Felipe durante la Última Cena : "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, nadie va al Padre sino  por mi"(Jn 14,6). Los pies, en la Escritura, simbolizan el Evangelio; al abrazarse estas dos mujeres a sus pies están adhiriéndose a Jesús, Señor y Buen Pastor que les va a conducir al Padre con su Santo Evangelio.

(P.Antonio Pavia) 
comunidadmariamadreapostoles.com

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