martes, 31 de diciembre de 2019

BUSCARTE

 Desear encontrarte es ya estar en tu camino porque para querer buscarte uno se debe desprender de la arrogancia del saber y confiar en ti para caminar por lugares desconocidos donde Tú ciñes la cintura y abres las puertas para entrar

Buscarte  implica cansancio de la vida vieja y anhelo de una vida nueva
Buscarte es un riesgo, riesgo de perder la vida y osadía para ganar la tuya.

Buscarte es abrazar la incertidumbre, es salir de casa cada día a encontrarse en una cita donde ni siquiera tenemos la certeza de que acudirás

Buscarte es ya amarte, anhelarte. Es haber construido en nuestra mente una vida contigo

Buscarte es la renuncia de buscar otras cosas, es volver de un mundo donde hemos encontrado todo y hemos descubierto “nada”
Buscarte es responder al instinto de respirar, de volar alto, de no conformarse con el suelo que uno pisa con sus pies,

Buscarte es la antesala, la preparación del encuentro
Buscarte es ya pertenecerte, es haber sido embriagados por el perfume de nuestro Dios y no poder renunciar a perseguir ese aroma
Buscarte es ya poseerte y en esa búsqueda ser ya parte de ti porque hemos sometido nuestra voluntad a la tuya y hemos elegido soltar amarras y salir…….salir a buscarte. 

(Olga) 
comunidadmariamadreapostoles.com

lunes, 30 de diciembre de 2019

FELIZ 2020

Quien va conociendo a Dios como quien dice de corazón a corazón percibe que desde sus entrañas se eleva algo así como una saeta de fuego que destellan  latidos moldeados en susurros que imitando a la esposa - imagen de toda alma-  musitan quedamente a Dios: " Ponme como un sello en tu corazón,como un sello en tu brazo" ( Ct 8,6) En tu corazón para que Tú y yo seamos inseparables por siempre y en tu brazo para que me protejas del mal,también del que hay en mi. A las puertas del nuevo año hago mis esta sublime petición del autor del Cantar de los Cantares y la hago extensiva a la infinidad de personas que de una forma u otra ha puesto Dios en mi camino.!! Feliz Año Nuevo!!

sábado, 28 de diciembre de 2019

Reflexiones al Evangelio del Domingo Fiesta de la Sagrada Familia Mt 2,13-15.19-23 ciclo C

Al saber Herodes, por medio de tres sabios de Oriente, que había nacido el Rey de los judíos, decidió acabar con él. Entonces el Ángel del Señor se lo advirtió a José en sueños, y éste toma a Jesús y a María consigo y huye con ellos a Egipto.
Muerto Herodes, el Ángel del Señor se lo dice a José, también en sueños, y éste vuelve a tomar a Jesús y a María consigo, 
se dirige hacia Israel, y se asienta en Nazaret. 
El simbolismo.. que se repite de tomar a Jesús y a María consigo es fortísimo; sirviéndonos del método interpretativo de la extrapolación, indica que los que deseamos llegar a ser discípulos de Jesús le tenemos a Él como patrimonio prioritario, intocable,.  vayamos donde vayamos y nos echen de donde nos echen. 
Cuidado..no somos ni seremos jamás unos parias que no tenemos donde caernos, sino que estamos cuidados por Dios nuestro Padre. Jesús dice a sus discípulos, que están en manos de su Padre y que Él les cuidará mucho más y mejor que el rey Salomón se cuidó a sí mismo con sus incontables riquezas (Mt 6,25-34). 
Bendito patrimonio el de José.. Bendito el nuestro, que nos sirve mientras vivimos en el mundo y que es "un tesoro inagotable en los cielos, inalcanzable  para los ladrones e inmune a las polillas.." ( Lc 12,33)

(Antonio Pavía-Misionero Comboniano) comunidadmariamadreapostoles.com

miércoles, 25 de diciembre de 2019

Salmo 54(53).- Clamor al Dios justiciero

Texto bíblico
¡Oh Dios, sálvame por tu nombre! ¡Por tu poder, hazme justicia!
¡Oh Dios, escucha mi oración,
presta oído a las palabras de mi boca!
Los soberbios se levantan contra mí y los violentos me persiguen a muerte: no tienen presente a Dios.
Pero Dios es mi auxilio, el Señor es quien sostiene mi vida.
¡Caiga el mal sobre los que me espían!
¡destrúyelos, Señor, por tu fidelidad!
Te ofreceré un sacrificio voluntario,
Daré gracias a tu nombre, porque es bueno; porque me has librado de todas mis angustias, y he visto la derrota de mis enemigos 

Reflexión: La arrogancia del hombre

Este salmo es la súplica de un fiel sometido por la arrogancia de los malvados que buscan su perdición. Su maldad proviene de su falta de temor de Dios: «¡Oh Dios, ¡sálvame por tu nombre! ¡Por tu poder hazme justicia! Los soberbios se levantan contra mí y los violentos me persiguen a muerte: no tienen presente a Dios».
La arrogancia del hombre ya viene explicitada en no pocos textos bíblicos. Escuchemos a Isaías: «Tú que habías dicho en tu corazón: al cielo voy a 
subir, por encima de las estrellas de Dios alzaré mi trono..., subiré a las alturas del nublado, me asemejaré al Altísimo» Queremos ser como Dios porque no aceptamos que nadie marque nuestra vida. Somos celosos de nuestra autonomía. 
El hombre no tiene la vida en y por sí mismo, por lo que nunca podrá ser totalmente 
autónomo en sus proyecciones. La muerte, los acontecimientos imprevisibles, y la voraz competencia, están fuera del alcance de su dominio.

En el salmo vemos a Jesucristo. Él se somete voluntariamente a nuestra 
arrogancia. Se hizo el último de todos y se sujetó hasta la muerte y muerte de cruz, como nos dice el apóstol Pablo en la Carta a los filipenses 

El Hijo de Dios, como Cordero Manso, vence la prepotencia y la arrogancia del mundo y a su Príncipe, quien, como escuchamos en la Carta a los Hebreos, tiene esclavizado al hombre por su miedo al fracaso y a la muerte. «Por tanto, así como los hijos participan de la carne y de la sangre, así también Jesús 
participó de las mismas, para aniquilar mediante la muerte 
al señor de la muerte, es decir, al diablo, y libertar a 
cuantos, por temor a la muerte, estaban de por vida sometidos a la esclavitud» 

Jesús, que ha vencido al autor del mal bajo la figura de Cordero manso, tiene autoridad para enviar a los apóstoles con este mismo espíritu de humildad y 
mansedumbre: «Mirad que yo os envío como ovejas en medio 
de lobos..., os entregarán a los tribunales y os azotarán 
En las sinagogas; y, por mi causa, seréis llevados ante 
gobernadores y reyes para que deis testimonio ante ellos y ante los gentiles»
Jesús, el Cordero de Dios que quita la arrogancia del 
mundo, envía así a los apóstoles, a la Iglesia y, les da la garantía de la victoria. 
«Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el 
alma... Por todo aquel que se declare por mí (el testimonio de la evangelización) ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre» 

María es imagen de la Iglesia y de cada discípulo. En su fidelidad a Dios, le son profetizados los sufrimientos propios del alma sujeta a los arrogantes. Por eso, cuando con su esposo José, presenta al Niño en el Templo, el anciano Simeón, lleno de Espíritu Santo, le dijo: «Una espada te atravesará el alma» 

El apóstol Pedro que se considera con autoridad para pastorear a la Iglesia, exhorta a los presbíteros que Dios ha suscitado para la evangelización. La validez de la exhortación se fundamenta en su ser testigo y partícipe de los sufrimientos de Cristo. Por el hecho de participar de la humillación del Hijo de Dios, sabe que también va a compartir su gloria. «A los presbíteros que están entre vosotros les exhorto yo, presbítero como ellos, testigo de los sufrimientos de Cristo y partícipe de la gloria que está para manifestarse» 

En María de Nazaret las humillaciones de su Hijo cayeron también sobre 
ella. Su fortaleza, que venía del Espíritu Santo, la llevó a estar de pie junto a la Cruz, desde donde su propio Hijo ya inició su glorificación, dándola el título de Madre de la Iglesia..., es decir, Madre de cada discípulo: «Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo. Luego dice al discípulo: Ahí tienes a tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa» 

martes, 24 de diciembre de 2019

DANIEL ANUNCIA AL MESÍAS (del libro de Daniel: (Dn 2, 31)

Hay en el libro del profeta Daniel un episodio interesante: El Rey de Babilonia Nabucodonosor, ha sitiado la ciudad de Jerusalén en tiempos del rey Joaquín. Daniel cayó en manos del rey Nabucodonosor. Una noche tuvo éste un sueño terrible, y pidió a los sabios de la corte su interpretación. Nadie daba satisfacción al rey, y acudieron a Daniel.
Daniel tenía el don de interpretar sueños, y así interpretó el sueño del rey: En el sueño aparecía una estatua de tamaño descomunal y aspecto terrible que se enfrentaba al rey. La cabeza era de oro puro, el pecho y los brazos de plata, el vientre y los lomos de bronce, las piernas de hierro y los pies mitad hierro y mitad barro. De pronto una enorme piedra se desprendió sin intervención ninguna, golpeando los pies de la estatua, que se despedazó. Todo se hizo polvo, mientras la piedra se convirtió en una gran montaña que llenó toda la tierra. (Dn 2, 31)
Este episodio y la solución del sueño está recogida en (Dn 2,31 y ss.). Dejamos al lector la lectura de la interpretación de Daniel, que en esencia le va relatando la destrucción de su reino y de los siguientes reinos.
Pero es interesante meditar sobre las notas catequéticas que se desprenden del texto, en cuanto a lo que se refiere al anuncio de la venida del Mesías:
 En el versículo 44 dice: “…En tiempo de estos reyes, el Dios del cielo hará surgir un Reino que jamás será destruido, no cederá su soberanía a otro pueblo. Pulverizará y aniquilará a todos estos reinos, y él subsistirá para siempre; tal y como viste desprenderse del monte, sin intervención de mano alguna, la piedra que redujo a polvo el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha revelado al rey lo que sucederá en el futuro…”
Y la profecía de Daniel está anunciando, por primera vez, la venida del Mesías, Jesucristo. El ángel Gabriel se presentó a María y, después del saludo le dice:” …Reinará sobre la casa de Jacob, por los siglos y su reino no tendrá fin…” (Lc 1, 33).  Es decir, no será destruido, como en la versión de Daniel. El enigmático personaje en forma de estatua, con oro, plata y bronce, es de hechuras humanas, tal y como dice el Salmo: “…Los ídolos de los gentiles son plata y oro, hechura de manos humanas; tiene ojos y no ven, oídos y no oyen…” (Sal 135, 15)
Aparece una piedra misteriosa que nadie ha enviado, no se sabe de dónde viene…Esa Piedra es el mismo Jesucristo, Piedra angular de la Iglesia que Él mismo va a edificar, sobre el cimiento de los Apóstoles. “…La piedra que desecharon los arquitectos se ha convertido en la piedra angular…” (Sal 118,22). Es una Piedra misteriosa, que viene a este mundo sin sobresaltos, sin prepotencias, sin orgullo, haciéndose el más pequeño, a pesar de su condición divina, sin alardes… (Fp, 2), despojándose de su rango.
Esta Piedra, Jesucristo, aniquilará con su doctrina todos los reinos de este mundo. Su Reino no es de este mundo (Jn 18,36), le dirá Jesús a Pilato.
Daniel, en su relato, interpreta en unos pocos versículos, con un acontecimiento de un rey opresor del pueblo de Israel, a través de un sueño misterioso, nada menos que la venida del Gran Rey del Universo, Jesús.
Verdaderamente la Escritura es el alimento del hombre, que, ante la inmensidad de su Sabiduría, atributo de Dios, se nutre con el Pan de la Palabra, su Evangelio, cada día.

lunes, 23 de diciembre de 2019

Navidad y Ternura de Dios

"La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros" (Jn 1,14). Considerando las muchas veces que encontramos la Ternura de Dios en el Antiguo Testamento y a la luz del espíritu de la Navidad, podemos transcribir la cita anterior de esta forma.. La Ternura de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. ¡Cuántas veces vemos esta Ternura en los gestos y actitudes del Hijo de Dios! . Recordemos por ejemplo cuando traspasó con su mirada amorosa el corazón de aquella prostituta que sentada a sus pies se los lavaba con sus lágrimas y cómo dijo con énfasis a los perplejos comensales:  "sus muchos pecados quedan perdonados porque ha amado mucho" (Lc  7,47). En las entrañas de Dios, el poder y el amor van de la mano y esto es lo que celebramos en Navidad: que no hay abismo personal que no sea sometido por la Ternura de Dios. Tengamos en cuenta que los pies simbolizan el Evangelio en la Escritura, por lo que ésta prostituta que se abraza a los pies de Jesús representa a todos los que buscan su Ternura hasta hacerse con ella y cuando la alcanzan, alcanzan también la Pasión Inmortal por el Evangelio es decir la única pasión con el sello de la inmortalidad que nos es posible vivir en este mundo. Pues ésta es mi petición y deseo para todos vosotros en esta Navidad: ..que nos hagamos con la Ternura de Dios... está entre nosotros, se llama Jesús, se llama también.. Su Evangelio.

(P.Antonio Pavía-Misionero Comboniano) 
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domingo, 22 de diciembre de 2019

Mi gran Amor

MI GRAN AMOR

Señor, hoy he pasado el día pensando en Ti y quiero escribirte unas letras antes de irme a dormir.
Ya sabes que he pasado el día preparando las cosas que necesitaba para montar el portal de Belén, sentí un poco de melancolía, pues me vinieron a mi memoria bonitos recuerdos... de cuando era niña y monté mi primer portal de Belén.
He adornado mi casa para Ti, he puesto guirnaldas, luces de colores y el portal de Belén, pronto vas a venir y quiero que mi casa esté preparada para acoger a un Rey.
Pronto empezó a volar mi imaginación, te vi venir por los senderos, Tú venías hacia mi, querías verme, sabias que yo te necesitaba, que quería agarrarme a Ti y no soltarme nunca para poder ser feliz.
A Ti te cuento mis alegrías mis inquietudes, Tú eres mi confidente, mi amigo, mi Dios, sé que nunca me vas a fallar, por eso eres el único en quien puedo confiar.
Tú me regalas la alegría, me la traes en una caja especial, esa alegría que Tú sabías que me hacía falta para poder caminar.
Tú has traído la alegría a mi casa y yo no tengo ni un regalo para Ti, pero te tengo reservado un sitio en mi mesa, me gustaría que te sientes con nosotros, estamos celebrando Tu venida a la tierra, pues no nace todos los días el niño Dios.
Me siento como una niña que sueña con ser mayor para encontrar a su príncipe, como en Ti lo he encontrado yo.
Soy una privilegiada pues he encontrado mi gran amor, Él me adora, me cuida, me da paz, consuelo y calor. Soy feliz pues he encontrado  mi príncipe, lo llevo dentro de mi corazón.
Quiero que estés conmigo siempre para poder amar, reír, cantar, bailar, rezar, si Tú me faltas nada de todo esto se hará realidad.
Tú me lo has dado todo y yo no tengo nada para Ti, me lo impide esta apatía que un día se coló en mi alma y me la amarró, no se cuando se romperán estas cuerdas, cuando se rompan podré de nuevo vivir sintiendo que soy yo.
Todo esto lo pensaba mientras montaba el portal de Belén, yo era  una más de esos pastores y reyes que guiados por una estrella llegaron hasta el establo donde Tú habías nacido, allí ellos te adoraron y yo también te adoré.
Mientras yo te adoraba  senti que se me rompieron las cuerdas que tenían amarrada a mi Alma, ya me sentí libre otra vez, así seré feliz y podré dar y dar...amor, entonces me di cuenta que el amor era mi regalo para Ti, Jesús, yo lo había olvidado pero lo llevaba guardo dentro de mi corazón.

(Elia) 
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sábado, 21 de diciembre de 2019

Reflexión del IV Domingo de Adviento Ciclo A Mt 1,18-24

Leemos en este Evangelio que ante la manifiesta gravidez de María, José confuso y desconcertado se enfrenta a un dilema atroz pues según la ley mosaica debe de denunciarla o repudiarla; al final decide repudiarla, pero en secreto, lo que le dejaría en mal lugar pues se expone a la maledicencia de la gente que le tacharia de cobarde o irresponsable. Es entonces cuando interviene Dios por medio de un ángel y le explica lo que ha pasado. 
Esto nos hace comprender que las soluciones de Dios con sus fieles,  superan ampliamente las proyectadas por ellos por muy generosas que sean; asimismo nos hace comprender que,  como dice Pablo, Dios es: "Aquel que tiene poder para realizar las cosas mejor de lo que podemos pedir..."(Ef 3,20).
Imaginamos a José desbordado de gozo al escuchar la explicación del ángel y también me lo quiero imaginar teniendo a Jesús a su lado en la carpintería y musitando totalmente traspuesto está proclamación de Isaías.. "..Ni ojo vió, ni oído oyó a un Dios fuera de Ti que tanto hiciera por el que espera en Él..( Is 64,3)
(Por el padre Antonio Pavía)
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miércoles, 18 de diciembre de 2019

SEÑOR, ¿QUÉ QUIERES QUE HAGA?

Quizá sea esta una buena disposición para entrar en oración. O quizá, mejor, la pregunta la podríamos entonar así: ¿Cómo me puedo dejar hacer por Ti? Y, ahondando un poco más, podríamos pedir: ¡Señor, indícame el camino que tienes preparado para mi, que sea yo capaz de descubrir, a la Luz de tu Evangelio, cuál es el sentido de mi vida!
La vida la vamos llenando de experiencias que no nos satisfacen, aunque sean buenas…pero siempre dejan un poso amargo de no llenar completamente nuestra alma. San Agustín lo expresaba así: “…Nos hiciste para Ti, Señor, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti…” ( Del Libro de las Confesiones)
La pregunta inicial ya entraña un error semántico: “hacer”, sinónimo de “crear”, en el lenguaje bíblico. Efectivamente, el libro del Génesis nos relata la Creación de mundo en siete días: “…Hizo Dios el cielo, y la tierra, y todos los animales…”, significando la creación de todos los elementos vivos e inertes del Universo. Pero esta potestad de crear es sólo patrimonio de Dios. El hombre transforma lo creado, descubre lo que Dios dejó en la Naturaleza para que complete la obra de su Creación. Pero sólo Dios crea= hace.
Por ello, ¿cómo preguntar qué hacer? Él es el único que puede hacer (crear) en nosotros. Y nos dirá David: “… ¡Oh Dios, crea en mi un corazón puro…”(Sal 50), un corazón puro que en el sentido de la Escritura quiere decir un corazón que no sea idólatra, que no vaya detrás de esos ídolos de barro, que no pueden salvar. Sólo él puede volver a crear un corazón nuevo, como le pide David.
Esos ídolos que “…tienen ojos y no ven, oídos y no oyen, tienen manos y no tocan, tiene nariz y no huelen…” (Sal 115, 5-7).

(Tomás Cremades) 
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martes, 17 de diciembre de 2019

Tú, mi Señor, me soñaste mucho antes del tiempo de los hombres, me sacaste de la nada mucho antes de formarme,
me engendraste en el seno de mi madre y me plantaste en esta tierra… lejos de ti … 
Enviaste desde el cielo tu soplo de aire fresco para dar vida a mi cuerpo llenándolo de Tu luz.
Llevo en mi pecho una llama de fuego perpetuo que arde desde el día que tu Espíritu se derramo sobre mí. Un candil encendido, que procuro no se apague ni se extinga, ni que el viento impetuoso y arrogante llegue a desvanecer aún cuando la tierra tambalee bajo mis pies, aún cuando las aguas torrenciales me sumerjan ahogándome y no pueda emerger, porque sin tu Luz en mí… nada puedo.
Yo ya te conocía desde antiguo, todos me hablaban de Ti, si miraba al cielo o a las nubes, si hablaba al viento o a la brisa suave, si me hablaban las aves del cielo con su vuelo, si la luz de la luna me traía tu recuerdo, Tú estabas ahí sonriéndome desde tu trono sempiterno, 
eran todos tus mensajeros los que me traían noticias de tu amor perfecto.
Reconozco mi Señor que Tú siempre has sido Tú, principio y fin de todas las cosas creadas con tus manos, caricias de Dios… ¡Sí! son tus dones. Regalos de tu amor todas tus creaturas…
¿Porqué no te sienten en la brisa?
¿Porqué no logran verte, mi Señor? Es tan fácil sentirte, es tan fácil amarte… estás en todo y no te ven, estás en el silencio y no te sienten, porqué nos empeñamos en crearnos dioses, dioses sin vida, dioses efímeros e inicuos que solo dejan en el alma vacío y angustia. Cómo no bendecirte y alabarte si solo Tú eres vida y plenitud, que das todo a todos cuando nada podemos construir tan perfecto y con tanta vida como todo lo que has dado vida Tú.

(Loles) 
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sábado, 14 de diciembre de 2019

Reflexión del Evangelio del Domingo III de Adviento ciclo A Mt 11,2-11

Antes de ser encarcelado, Juan Bautista no tenía la menor duda de que Jesús fuese el Mesías, el Hijo de Dios. Habia visto con sus propios ojos como el Espíritu Santo, en forma de paloma, descendía sobre Él en las aguas del Jordán y había oído la Voz del Padre testificando sobre Él: "Este es mi Hijo amado en quien me complazco" ( 3,16-17). Sin embargo, ahora encarcelado y viendo que aparentemente Jesús no hace nada por él, le surgen dudas hirientes que le mueven a enviar a sus discípulos donde Jesús, con esta pregunta: ¿Eres tú el Mesías o hemos de esperar a otro? 
Qué fácil es creer en Jesús con el viento a favor, más no así cuando lo tenemos en contra justamente por seguirle.. cuando nos dejan de lado por vivir abrazados al Evangelio... cuando sin despreciar la fiesta de la vida, ponemos cada vez más nuestros ojos en el Dios de la Fiesta permanente. Juan Bautista tembló al tener el viento en contra, y esta experiencia la tenemos todos los que pretendemos.. aún con mil debilidades, llegar a ser discípulos de Jesús el Señor.
Recordemos el pasaje de los Apóstoles en la tormenta.. gritaron despavoridos porque tenían el viento en contra, sin embargo fue gracias a esa terrible tempestad que pudieron saber y reconocer que Jesús, al que seguian, era el Hijo de Dios.(Mt 14,22-33).

(Antonio Pavía-Misionero Comboniano) comunidadmariamadreapostoles.com

martes, 10 de diciembre de 2019

HACE TIEMPO

Hace tiempo que no busco la paz sino es en ti 
Hace tiempo que abandoné otros lugares donde calmar mi sed porque ya no me sirven 
Hace tiempo que conozco el lugar donde el ansia se calma y la respuesta es segura 
Hace tiempo que no me interesa nada más que Tú 

Tú que no dejas espacio para otro consuelo cuando se conoce el tuyo 
Tu que nos das a probar una paz que no conocíamos 
Tú que colmas todo a lo que aspiramos y que no se parece a nada 

Hace tiempo que olvidé todo para solo pensar en ti 
Hace tiempo que mis ojos solo desean verte y morar en tu tienda: nuestra tienda del encuentro 

(Olga) 
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sábado, 7 de diciembre de 2019

CAMINANTE

*CAMINANTE*

Caminante, tú fuiste tras los pasos de Jesús, sabías que tenías que subir montañas, por senderos con arduos desniveles y andar por tierras áridas por caminos tortuosos, tu corazón es el que tenía que latir cada vez más deprisa para que tu pudieras subir.
Caminante, tu corazón siempre ha estado cuidando de ti para que no te faltara alimento para que pudieras vivir, pero al vivir de la forma que lo has hecho, le has forzado mucho y ya está cansado de latir.
Caminante, tu corazón te dijo que ya no quería estar en este mundo en el que le ha tocado latir cada vez más deprisa para que tu pudieras subir, no le dejabas descanso, pues tenías que seguir subiendo por esas sendas tan arduas, y a él ya le costaba latir.
Caminante, no diste a tu corazón una vida facil, ahora está tan desgastado que ya apenas puede latir, está triste, pues ha sido tu compañero de viaje y ahora ha llegado la hora de dejarte, pues él ya no puede seguir.
Caminante, tu corazón no puede seguir latiendo, pero está lleno de amor hacia ti, ese amor lo llevaba bien guardado para no perderlo en los momentos de desesperación que tenía cuando le costaba tanto latir.
Caminante, se te va la vida, se te va tu corazón, se te va tu alma, ellos están sedientos de Dios, despídete de ellos, pues te dejan, pero no estés triste ellos te quieren, están contentos de haber formado parte de tu vida y han pedido a Dios su misericordia, para que mueras en paz, en gracia y amor a Dios.
Caminante, tu alma y tu corazón se van al Cielo, allí encontrarán descanso, ese descanso que en la tierra no pudieron tener, allí serán felices, ellos encontrarán la Vida Eterna, esa Vida que a todos nos gustaría tener.
Caminante, tenías un corazón y un alma tan especial, que ellos cuidaron de ti, pues cuando terminaba el día siempre estabas tan cansado que te olvidabas de rezar, pero ellos te lo recordaban para que nunca perdieras la fé, y no te faltará la paz, el amor y la alegría para poder seguir yendo tras los pasos de Jesús.
Caminante, tu querías a Jesús, siempre hablabas de Él, por eso quisiste ir tras sus pasos, sabías que tenías que recorrer montañas por senderos con arduos desniveles, caminos tortuosos, siempre recorriendo senderos yendo de un lado a otro, y por querer seguir sus pasos te costó la vida, pero no te importo pues conseguiste llegar hasta el Árbol de la Cruz.

(Elia) 
comunidadmariamadreapostoles.com

Reflexiones sobre el Evangelio del Domingo II de Adviento Fiesta de la Inmaculada Lc 1,26-38

En los primeros compases del Adviento la Iglesia nos  presenta la figura de María escogida por Dios para ser la madre de su Hijo. El Ángel Gabriel anuncia la propuesta divina a María adolescente abriéndose a la juventud. Nos la imaginamos totalmente descolocada al oír el anuncio y es que Dios es experto en romper esquemas cuando propone su plan a alguien. Maria, la Inmaculada, solo acierta a preguntar al Ángel que como puede engendrar al Hijo de Dios si esto está a años luz de cualquier hombre; este le hace saber que será la Fuerza de Dios
la que fecundará a Jesús en su seno. Las propuestas humanas son posibles y razonables las de Dios imposibles y razonables desde su Misterio no desde nuestra mente; solo son entendibles  entrando en su Misterio, el de Dios. He ahí la gran encrucijada de la Fe...dejarnos llevar por el Evangelio de los Imposibles para poder hacernos un hueco en el Misterio de Dios. Ante esta encrucijada de la fe el escéptico se arropa y envuelve en la realidad que percibe con sus sentidos y se conforma. El buscador de lo Transcendente da a Dios la oportunidad de  que se le manifieste y le introduzca en su Misterio. Esto es lo que nos enseñó María de Nazaret cuando elevándose sobre lo visible dijo al Angel: ¡Hágase su Palabra - Imposible- en mi...!! Y se hizo.. aconteció la Encarnación de Dios. 
Y recordemos que si bien la Encarnación del Evangelio en el corazón del hombre es imposible, Dios es experto en convertir lo imposible en posible"

(Antonio Pavía-Misionero Comboniano) 
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lunes, 2 de diciembre de 2019

El Señor nos modela

Este es el día en que actuó el Señor. Sea nuestra alegría y nuestro gozo.(Sal 117) 
El día que actuó el Señor, permitiendo morir a su hijo para resucitarlo después y así poder salvar a todo el que se fía de la Palabra de Dios, sabiendo que los pensamientos y los caminos de Dios no son los nuestros.
 El Señor sabe qué lejos estan nuestros deseos y proyectos, de su Voluntad pero aún así, a todo discípulo lo va preparando para ver que en Él está la Verdad. Gracias Señor por amarme tanto ...

ÉSTE ES NUESTRO DIOS

Carmen Pérez
comunidadmariamadreapostoles.com