viernes, 26 de abril de 2019

REFLEXIONES SOBRE EL EVANGELIO DEL SEGUNDO DOMINGO DE PASCUA Ciclo C (Jn 20,19-31) 28-04-2019

Hoy, el apóstol Tomás se convierte en testigo de la veracidad de lo que Dios proclamó por medio de Isaías: "Mis planes no son vuestros planes, ni mis caminos son los vuestros" (Is 55,8).
Tomás se nos presenta como un hombre escéptico y caprichoso. Por más que sus compañeros insisten en que Jesús se les ha aparecido, que han visto las heridas de su cuerpo, no se lo cree y hasta se permite el mal gusto de proclamar que solo creería en Él si lo ve con sus ojos y palpa con sus manos sus heridas. El Señor, por amor, recoge el guante y se le aparece junto al resto. Por amor a Tomás y también a todos los que a lo largo de la historia emprendemos el camino del Discipulado.
Al igual que aTomás, nos asaltan dudas, escepticismos y desalientos.Tomas es entonces una buena referencia, pues nos parecemos mucho a él y ahora entendemos lo de los planes y caminos del Señor. El Espíritu Santo inspira a este apóstol tan desconfiado como caprichoso, la más sublime confesión en la Divinidad de Jesús que encontramos en el Evangelio.. ¡Señor mío y Dios mío! Confesión reservada únicamente para Yavhe en el Antiguo Testamento. Grande, enorme, la delicadeza de Jesús.. bien sabía que para alcanzar el Discipulado todos deberíamos de partir de las mismas desconfianzas, dudas y hasta altanería que Tomás. ¡Señor mío! dijo el apóstol frente a Jesús.  ¡Señor mío y Dios mío!.. proclama todo aquel que ve a Jesús vivo en el Evangelio y en la Eucaristía.
(Antonio Pavia-Misionero Comboniano)
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miércoles, 24 de abril de 2019

Resucita mi vida de la muerte

Resucita mi vida de la muerte y déjame amar

Derriba en mi interior las barreras que la vida construyó mientras caminaba por el mundo

Devuélveme al inicio, sálvame porque no está a mi alcance

Arrodillada ante ti, en obediencia……en obediencia y escucha

Saber que no puedo, saber que lo quiero

Lo que tú me dices, lo que me sacude por dentro

Lo que hiere y lo que ansío: tú imposible

Amar desde un corazón que no ama, que no es capaz

Y ver cómo tú lo haces

Verte amar y ansiar hacerlo

Adivinar como sería, si algún día

Resucitaras mi vida de la muerte


(Olga Alonso) 

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martes, 23 de abril de 2019

Toque bbba

El que a fuerza de amar el Evangelio llegar a contemplar al Hijo de Dios en sus palabras,ya tiene abiertos los ojos de su alma lo suficientemente abiertos para contemplar a Dios en la Oración,Eucaristia,Adoración al Santísimo..etc

lunes, 22 de abril de 2019

LA PRIMAVERA

Para mí la primavera es la estación del año más bonita que has creado, Señor.

Me parece que había estado viviendo en un largo túnel y al final de éste empecé a ver la luz, esa luz que nos alumbra el camino para que nos lleve hasta Jesús, a ese Jesús, que ensangrentado y lleno de heridas, fue clavado en la cruz.

Esa cruz, que es el árbol de la vida, es donde Jesús fué a morir para salvar a los hombres, Él quiso que fuera así, y al resucitar al tercer día fue su forma de decir a los hombres que la vida es eterna y que hay que cuidarla con todo nuestro ser, no sea que nos la arrebate el demonio pues muy furioso debe de estar, al no poderse llevar al hijo de Dios, a pesar de que tantas veces lo ha querido engañar.

Cuando yo era niña, iba a recoger violetas y hacía con ellas ramilletes  para adornar tu sepulcro, Jesús, ¡qué bonito iba a ser! con  tantas velas encendidas... allí todos íbamos a rezar con todo fervor, hasta que al tercer día  resucitaste y el sepulcro vacío quedó.

Los campos y valles se tornan verdes, está la primavera en todo su esplendor, comienzan a salir las flores, las anémonas, las flores de iris, los lirios, las violetas con su fragante aroma que al ser tan pequeñas son difíciles de ver, los prados se visten de blanco, los hombres nos lavamos el alma y nos ponemos nuestras mejores galas, para recibirte el domingo de Pascua que es el día de tú resurrección.

Quieres tanto a los hombres que cuando ves que te recibimos con el alma limpia y vestidos con tanto primor, te llenas de alegría pues ves que tu sacrificio ha dado fruto, ha servido para la redención de los hombres y para que podamos ganar la vida eterna, que es lo que Tú querías conseguir, cuando te dejaste crucificar para morir.

Tú nos perdonas, aunque te hayamos hecho tanto mal y ese dolor tan grande que por nosotros has querido  padecer.

A pesar de todo esto, algunas veces por el demonio nos dejamos vencer, pero tú nos perdonas una y otra vez.

(Elia Herrero)
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domingo, 21 de abril de 2019

DIOS, NUESTRO ALIMENTO a la luz del Salmo 35

“…Tú socorres a hombres y animales… Se nutren de lo sabroso de tu casa, les das a beber del torrente de tus delicias, porque en Tí está la fuente viva y tu Luz nos hace ver la luz…”
Es incalculable la riqueza de la Escritura. Sin duda la Palabra de Dios inspirada en los Salmos, es de tan gran riqueza, que en unos pocos versículos, se esconde, por así decir, toda la grandeza de Dios.
Los hombres que siguen a Dios, que se alimentan de Él con su Palabra, que es el Evangelio, que se nutren, en palabras del Salmo, de Jesús Eucaristía, están
expectantes esperando la manifestación gloriosa de los hijos de Dios (Rm 8, 19-25)
El Evangelio de Jesucristo según san Marcos, en el episodio de “la multiplicación de los panes y los peces”, nos dice: “…Entonces mandó Jesús que se acomodaran todos por grupos sobre la verde hierba…Comieron todos y se saciaron…” (Mc 8, 39-43)
Ahí encontraron el alimento que perdura, la Palabra de Dios. Se saciaron, es decir, quedaron llenos de alimento. Cualquiera podría pensar que el alimento que les sació fue el pan y el pescado; y es cierto. Pero, de forma velada, como una palabra escondida, el alimento que les sació fue el Evangelio de Jesús. No en vano dirá Isaías: “…es verdad, tu eres un Dios escondido, el Dios de Israel, Salvador…” (Is 45, 15)
Sólo unos pocos, quizá, se darían cuenta que, detrás del milagro, había algo más. San Agustín nos recuerda que el Señor nos hace descansar en los verdes prados de
la Palabra. Y es que el mismo pasaje del Evangelio hace expresa mención al mandato de Jesús: “…mandó que se recostaran, que se acomodaran…” Es decir: que para
escuchar – no para oír -, sino para escuchar, se recostaran como ovejas, del Gran Pastor.
Jesús les da a beber del torrente de sus delicias, palabras que ya se indican en el Salmo 110: “…en su camino beberá del torrente, por eso levantará la cabeza…” .
Él mismo beberá del torrente de la Palabra del Padre, pues, como dice Jesucristo a la Samaritana: “…Yo soy el agua viva, y el Agua que yo daré saltará como un torrente a
la Vida Eterna…”
Es de tal belleza este versículo del Salmo 35 que su riqueza anega el alma, cuando nos dice: “…tu Luz nos hace ver la luz…” Jesucristo es la Luz del mundo (Jn 8,12). Y
es que toda la Escritura en el Antiguo y Nuevo Testamento, está entrelazada, oculta a los ojos de los ciegos (los que no quieren ver), y esplendorosa para los elegidos de Dios.
Es verdad, eres un Dios escondido, hemos dicho antes. Pero Dios no se esconde, no juega con el hombre. Espera a ser escuchado. “…considerad que la Paciencia de Dios es la garantía de nuestra salvación…” (2 Pe, 3,15)
En pocos versículos, Jesucristo nos revela y nos conduce a una Vida en su compañía a través de su Palabra, del Evangelio.

(Tomás Cremades)
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EL PESO DE LA CONCIENCIA

El hombre, en su andar errabundo por la vida, comete actos que ni él mismo, cuando recapacita, cree haber sido capaz de ello; se dice: ¡Cómo habré sido capaz de perder
de esa forma los nervios!… o: no me reconozco en lo que dije…
Y siempre encontrará una disculpa para justificar lo injustificable. “estaba nervioso, me hicieron una injusticia…”.
Pablo lo entendió muy bien cuando dice: “… Realmente mi proceder no lo comprendo: Pues no hago lo que quiero, sino que hago lo que aborrezco…” (Rom 7,15)
Pero la realidad es que hay algo impreso en nuestro interior que nos delata, aunque no queramos: la conciencia. El Señor, al crear al hombre, deja su Huella en él, como el alfarero deja su dactilar en el barro que amasa. Podríamos decir, que, al amasar nuestro “barro”, deja la impronta de su Ser: es lo que llamamos conciencia, que se rige por los conocimientos de la Ley Natural. Y ésta, queramos o no, en lo más íntimo de nuestra alma, nos delata. Dice san Agustín que Dios, que habita en el interior de
nosotros mismos, es “interior intimo meo”, lo más íntimo de nuestro propio ser. Él buscaba a Dios en las criaturas, torpemente, en su belleza, fuera del Creador, hasta que el Señor se le reveló; “…yo te buscaba fuera, y Tú estabas dentro…”, comentará en su libro de “Las confesiones”.
Es lo que el salmista dice: “…mientras callé se consumían mis huesos, rugiendo todo el día, porque día y noche tu Mano pesaba sobre mí; mi savia se había vuelto un fruto seco…” (Sal 31)
Nuestra savia se había vuelto un fruto seco. Nos lo recordará Isaías: “…Una viña tenía mi amigo en un fértil otero. La cavó y la despedregó, y la plantó de cepa
exquisita. Edificó una torre en medio de ella y cavó un lagar. Y esperó que diese uvas, pero dio agraces…” (Is 5, 1 y ss)

(Tomás Cremades)
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EL TERMÓMETRO ESPIRITUAL

A estas alturas de la vida, yo creo que no hace falta explicar lo que es un termómetro:
un aparato para medir la temperatura corporal. Ésta debe estar entre 36º y 37 ºC,
siendo así que cuando sube mucho indica alteración o infección en nuestro cuerpo,
que, si pasa de los 43 º, las proteínas comienzan a deteriorarse y hay riesgo de
muerte. Y si baja mucho de los 35ºC, nos conduce a una hipotermia que desemboca
en el mismo camino. Esto es sabido por todos, y es casi un insulto a la sabiduría
humana la explicación. Pero nos introduce en lo que viene a continuación.
Y es que hay también lo que podríamos llamar un “termómetro espiritual”. Entre 36 y
37 grados, es decir, en el devenir normal de la vida diaria, si es que somos personas
religiosas, o con inquietudes religiosas, realizamos actos normales de piedad, tales
como alguna oración en el día, la repetición de actos buenos, cumplir bien en el
trabajo…llevamos una vida “normal”. Y en ese orden de cosas, estamos contentos, no
nos duele nada, o sea, no nos duele el alma, porque está en el equilibrio de nuestra
vida. No sentimos el alma. Dios está ahí, yo cumplo con Él, pero deseo y espero que
no me complique mucho la vida. Además voy a Misa los domingos…
A veces la temperatura aumenta, la del cuerpo, y enfermamos; entonces nos
acordamos de Dios, y aumenta nuestra piedad, por temor, no por amor. Es posible que
sea un “guiño” de Dios…Nos curamos y seguimos nuestro plan de vida anterior.
Otras personas viven en una temperatura espiritual de 40 ºC. Son los que caen en el
lado “fundamentalista”: todo es pecado, hay que combatir al infiel, al que no cumple,
envío por Internet mensajes amenazantes o murmuro con quien se ponga, de los
errores y maldades de los políticos. Pienso que sólo es bueno el que va a la Iglesia, y
los demás se van a condenar…No me miro adentro de mi alma, para ver cómo está de
salud !!
También, en el extremo opuesto, hay quien su temperatura es de menos de 35ºC, está
en “hipotermia espiritual”, y piensa: yo voy a Misa los domingos, ya recé de joven en el
“cole” muchísimos rosarios, por tanto no necesito más, eso sí: creo todo lo que
enseña la Iglesia, pero no me complico la vida. Son tibios, ni fríos ni calientes. De ellos
dice el Apocalipsis: “…como no eres frío ni caliente, te vomitaré de mi boca…”(Ap 3,
15-19)
Entonces qué hacer? Ponerse en Manos de Dios. Es el Camino. No podemos rezar
por miedo, hemos de rezar por necesidad. Y si no la tenemos, decirle ante el Sagrario
lo que nos pasa. “…no necesitan médico los sanos, sino los enfermos…” dice Jesús.
Decirle que me falta fe, que quiero creer. Que tengo miedo al infierno, que no se si
siquiera existe, y que acudo a Él porque es mi única salvación. Me duelen mis errores
y pecados, no quiero seguir así.
Algún padre no se enternecería con una confesión así? Probemos con Dios.

(Tomás Cremades)
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viernes, 19 de abril de 2019

REFLEXIONES SOBRE EL EVANGELIO DEL Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor Ciclo C (Jn 20,1-9) 21-04-2019

En este Evangelio vemos a María Magdalena que, desafiando toda prudencia, esa que paraliza el amor del alma, sale de madrugada hacia el sepulcro donde habían enterrado al Señor. Todos habían dado por finalizada la aventura de ese tal Jesús y sus pretensiones de ser el Hijo de Dios. Decía que Dios era su Padre y el hecho es que Éste no hizo nada por evitar su muerte. Aun así, esta mujer, elevándose por encima de la realidad tangible se encamina al sepulcro sostenida por la Palabra que Jesús había proclamado: ¡Resucitaré al tercer día! Con la Fuerza de esta Palabra, María Magdalena se adentra en la oscuridad, desafiando el peligro de los salteadores que se apostaban junto a las murallas. No le importa su vida porque busca la Vida. Sabemos, por los versículos que siguen al Evangelio de hoy, que encontró lo que buscaba, que la Vida le saliera a su encuentro, y ¡vaya que si salió!; Jesús Resucitado, la llamo por su nombre: ¡María!  Al oírlo, esta mujer bendijo el momento en el que decidió rebelarse, ante la realidad adormecededora y conformista, para buscar en la noche a Jesús... su corazón se elevó hasta el cielo, allí donde el nombre que Jesús acababa de pronunciar habia quedado escrito por siempre.
María Magdalena nos representa a todos, es el espejo de todos los que, desafiando la tiranía de lo tangible, se elevan desde su alma inquieta y no descansan hasta que Jesús les llama por su nombre, lo que significa el culmen de su elección al discipulado.

(Antonio Pavía-Misionero Comboniano)
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NOSOTROS, LOS REBELDES

Viniste a salvar a un pueblo de rebeldes, a nosotros que te abandonamos cada día como hicieron ellos en el Monte de los Olivos porque no podemos con tu Cruz.
Nosotros que ,como el Sanedrin, inventamos tantas veces razones para cuestionarte, nosotros que cómo Pedro  negamos conocerte.
Todos nosotros, rebeldes, acompañamos a tu Cruz por el camino al Calvario y miramos desde lejos tu entrega, sin entender, sin dar un paso al frente.
Nosotros construimos muchas veces, con nuestro silencio , tu condena.
Nosotros, todos, levantamos aquella Cruz y te abandonamos en el lugar donde reina la ignominia, donde mueren los malvados.
Todos nosotros, rebeldes, lo hicimos y lo hacemos cada día cuando giramos la cara ante el dolor del hermano, cuando cerramos la boca ante quién te niega, cuando elegimos vivir la vida sin ti.
incapaces de comprender la grandeza de un Dios que se entregó sin preguntar si queríamos que lo hiciera.
Nuestro Dios que, amando nuestra libertad y viendo nuestra ceguera se negó a aceptar, por amor, nuestra muerte.
Nuestro Dios qué murió y muere para resucitar cada día nuestra muerte y que perdona , aunque vea que nosotros, los rebeldes ,  somos una vez más aquellos hombres  ignorantes que arrastraron al Calvario al Amor de los Amores

(Olga Alonso)
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jueves, 18 de abril de 2019

La Victoria de Jesús

Todos vivimos alguna vez y por diversas causas la angustia febril de la desesperación. Jesús, nos indica que ninguna de nuestras situaciones límite le es ajena. Relegado a lo más abyecto donde puede ser arrojado un hombre; suspendido entre el cielo y la tierra, Jesús se apropió de las entrañas dolientes de todo hombre y las hizo llegar al Padre al grito de ¡Dios mío! ¿Porqué me has abandonado? Su grito fue iluminado con la Luz del Padre que convirtió su desesperación en Gloria. Se llenó de Gloria porque no fueron éstas las últimas palabras del Crucificado...sus últimas palabras fueron: ¡Padre en tus manos encomiendo mi espíritu! He ahí su proclamación victoriosa sobre el Príncipe de las Tinieblas, he ahí la carta victoriosa de Jesucristo, sobre todas las cartas de desesperación con las que Satanás  nos amedrenta cuando flaquea nuestra entereza. Jesús, el Señor, entregó su Vida al tiempo que vivificó nuestro espíritu, para hacernos partícipes de su Victoria. Gracias a Él y a su Victoria todos estamos en condiciones de proclamar: ¡Padre...cuida mi espíritu..! y sobretodo poder decir al final de nuestro camino: ¡En tus manos encomiendo mi espíritu!

(Antonio Pavía.- Misionero Comboniano)
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martes, 16 de abril de 2019

LA LOCURA DE OBEDECER

Tu verdad trastorna la razón y tu camino no es el mío

Un día, cerré los ojos y obedecí, superando el miedo y la sinrazón y esperé tu respuesta

Ese día te encontré

Ese día me miraste y comprendí que se aprendía a obedecer, obedeciendo

Así es la locura que nos propones. Así es tu amor al que solo se accede con el riesgo

Así es tu propuesta: mostrarnos tu vida cuando ofrecemos la nuestra a cambio, sin límites

La locura de obedecer ante una verdad que nos trastorna y choca contra la razón

La puerta entreabierta que pones frente a nosotros a través de tu Palabra

Los pasos temerosos y el salto a la vacío……..y tras la puerta, Tú.

Tu abrazo y tu abrigo; tu paz y tu calma; tu vida y tu amor

La respuesta exacta a nuestro temor.

La Verdad total: promesa cumplida para quien arriesga


(Olga Alonso) www.comunidadmariamadreapostoles.com


viernes, 12 de abril de 2019

REFLEXIONES SOBRE EL EVANGELIO DEL Domingo de Ramos Ciclo C (Lc 22,14-23,56) 14-04-2019

Hoy, Jesús se entrega libremente en manos del Mal. No le arrebatan la vida; la da voluntariamente. El Mal y su príncipe no tienen poder sobre Él, sin embargo, se somete a este príncipe para desposeerle del poder seductor que ejerce sobre los hombres, haciéndoles creer que sus insinuaciones son fuentes de vida.
Antes de dejarse entregar en el Huerto de los Olivos, Jesús proclamó su absoluta libertad en el paso que iba a dar: "..llega el Príncipe de este mundo. En mí no tiene ningún poder, pero ha de saber el mundo, que amo al Padre "(Jn 14,30-31). ¡Sí..! ha de saber el mundo, que amar a Dios es, por encima de todo, creer en su Palabra, que es la Verdad que desenmascara a la Mentira... a las respuestas inocuas que Satanás ofrece a nuestros interrogantes acerca del Mal y de nuestros sufrimientos. He ahí el porqué Jesús se dejó entregar al poder del Mal. De hecho en el último suspiro nos enseñó a cambiar de manos ..al gritar victorioso: ¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!

(António Pavía-Misionero Comboniano)
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miércoles, 10 de abril de 2019

TROZOS DE MÍ

Te siento alrededor, en silencio, sin hablar, recogiendo pedazos de mi sobre el suelo.

Trozos de vida y de mi ser dispersados por el suelo tras la batalla contra el mundo.

Retales arrancados contra mi voluntad y otros, dejados caer al suelo por mí misma. 

De nuevo se repite nuestro cruce en el camino, Tú a mi encuentro, yo de vuelta de la vida. 

Y Tú, nunca preguntas, solo me miras con el amor que sale de tus ojos y entonces, sé que no hay nada que explicar.

Sé que te inclinarás hacia el suelo y recompondrás de nuevo mi vida entre tus manos, una vez más, como siempre, para que yo pueda renacer a la vida, como un ser nuevo capaz de aprender de las batallas,  soplado por tu gracia.

Esas partes de mi ser, reconstruidas,  ya no nacen del mundo; nacen de Tí y por eso siento una nueva fuerza en mi interior.

Nos cuest4a rompernos y morir, nos cuesta sufrir y enfrentarnos al mundo pero,  mientras lo hacemos, empezamos una nueva historia contigo donde apareces y nos salvas.

Nos salvas de nosotros mismos y de lo que nos rodea, nos tomas en tus manos, nos reconstruyes y nos echas a volar como mariposas con alas recién nacidas, impulsadas por tu aliento.
Así es la fe que nos prometes. 

 (Olga Alonso) www.comunidadmariamadreapostoles.com

martes, 9 de abril de 2019

ME QUEDE ESPERÁNDOTE

Al despertarte esta mañana me quedé esperando una palabra tuya, un simple recuerdo…tenías demasiada prisa: el aseo, el desayuno, pensar mientras tanto en las tareas del día, esa reunión tan importante para tu negocio…no te acordaste de Mi.
Yo te envié un flash al salir: las flores exhalaban su perfume por la mañana de primavera, y los pájaros cantaban al despuntar el alba, al amanecer. No te acordaste
que yo los creé para ti.
El sol te alumbraba por el camino, para que recordases que esta salida es el final de las tinieblas de la noche, y anuncia mi llegada…pero tú estabas hablando en el coche por el “manos libres”, preparando la reunión de negocios…no te diste cuenta de mi
presencia, que te anuncia el canto tan hermoso del Benedictus: “…nos visitará el Sol que sale de lo Alto…”
Un día ajetreado de un lado para otro…los negocios, las reuniones interminables, casi no tuviste tiempo para comer, para pensar en el reloj de tu tiempo que
inexorablemente avanza y cuenta los días de tu vida, la vida que yo te regalé…
Yo te seguía esperando; te esperaba en un momento de relax que tuvieras, te esperé al volver del trabajo en el Sagrario: ¡solo quería cinco minutos contigo, tus cinco minutos!, para que me contaras tus inquietudes, para compartir contigo también mi soledad…No tuviste tiempo.
Cenaste rápido, unos minutos de televisión…estabas tan cansado…no te acordaste de mi… Yo te esperaba para calmar tus angustias.
Mañana despertarás, será otro día como hoy. Yo te sigo esperando. No te apures, mi Paciencia es infinita
“Pensad que la Paciencia de Dios es la garantía de nuestra salvación”( 2Pe, 3-15)

(Tomás Cremades)
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viernes, 5 de abril de 2019

ENTREVISTA AL PADRE PAVÍA : LOS DISCÍPULOS DE JESÚS Y EL EVANGELIO

Entrevista al padre Antonio Pavía, a raíz de sus catequesis vocacionales: “Los discípulos de Jesús y el Evangelio”, que tanto éxito y expectación están generando en muchas diòcesis.

P.-¿De qué tratan estas catequesis?
R.-Pues son un servicio a la Iglesia y a los jóvenes. Es presentar el sacerdocio como plenitud de vida, no como alguien que se entrega a Jesucristo sino al contrario, alguien que descubre que Jesucristo se ha entregado a ÉL, está dando la vida con mayúsculas, está dando palabras de vida y espíritu como dice Jesús en su evangelio, “mis palabras son espíritu y vida”; y aunque nadie se lo crea, nos da paso a colaborar con Él para dar la vida eterna a los demás; como decía San Pablo: damos la vida eterna cada vez que predicamos el Evangelio a los demás. No es una carga sino una belleza

P.-¿Qué han significado para su sacerdocio estas catequesis?
R.- Es cierto que Dios me ha concedido la gracia, porque es gracia suya, de que haya publicado libros de espiritualidad del evangelio, pero el libro que Dios más me ha regalado para poder escribir es este “Pastores según mi corazón”. He visto una gran fuerza, he sentido el amor de Dios, y cómo me decía pon esto y pon lo otro, y cómo Él me habla al corazón, y uno escribe de lo que Dios siembra en su corazón. Y lo más bello es que nos lo ha regalado para todo el mundo, seamos salesianos, combonianos, del camino neocatecumenal… todos queremos palabras de vida eterna y Jesús nos alimenta con ellas.

P.-¿Cómo diría que es el corazón de Jesús?
R.- Vaya pregunta que me haces, es hablar del misterio de Dios, lo intentaré. El título fué profetizado por Dios a Jeremías en un momento en el que había una crisis de identidad, falsedad, de mentiras… , y de hecho yo suscitaré “pastores según mi corazón” se refiere a su propio hijo, Jesucristo. Y es que en su corazón, cabemos todos ¿te parece poco? Y la prueba es que cantidad enormes de hombres y mujeres a lo largo historia, de los que decían que no valían ya para nada, Jesucristo los ha cogido y ha hecho grandes santos, y grandísimos sacerdotes. No hablo del pasado, sino del presente. Hoy están surgiendo sacerdotes con una gran categoría divina, no humana, que aman la liturgia, el sacerdocio, que aman a sus ovejas. Y es que el Señor nos acompaña, nos protege, nos acaricia de forma personal.

P.-¿Qué le diría a un joven que se está planteado su vocación?
R.- Digo lo que dije antes, no piensen tanto eso de que se entregan a Dios, que también es cierto, pero hay que ver la otra cara de la moneda, que es Dios quien se entrega a ellos. Fijaos el impacto de San Pablo, cuando Jesús le recogió del arroyo, de una soberbia infinita… qué impacto tendría al decir en la carta a los Gálatas, “me amó y se entregó por mi”. No cabía en la cabeza de él. A partir de ahÍ que él se entregara a Jesús no es nada, comparado con lo que él sintió.
El día que cualquier hombre entienda esto, es que su corazón se rinde a Dios… ¿Señor te has entregado por mí? Pues venga, quiero disfrutar, quiero disfrutar de que te has entregado por mi.

P.-¿Cómo están siendo acogidas estas catequesis en las parroquias?
R.- Muy bien, primero, evidentemente los sacerdotes, cuando oigan una o dos, van a ver que es una bendición para su parroquia. Yo soy instrumento y podría haber sido otro que lo hubiera hecho mejor. Son un tesoro de Dios para alimentar vocaciones en sus grupos jóvenes, parroquias… y hablando del sínodo, se habla de qué mal está la iglesia, los curas, esto, lo otro… Es verdad, pero es que si nos limitamos a quejarnos… Se trata de no quejarse, sino no hacemos nada. Abramos la puerta a Dios, y veremos la Iglesia con una misión, una luz y alegría que dar al mundo. La Iglesia tiene mucho que dar a la humanidad, y la humanidad lo pide a gritos. Estas catequesis simplemente son un granito de arena.
Si volviera a nacer seria sacerdote mil veces. Dios me da el agua viva que es su Evangelio todos los días, cada día, cuando entro en oración, y todo el día, y en la misa, y cuando predico, no tiene precio… hacerse parte de lo de san Pablo: “me amó y se entregó por mi”.

P.- ¿Cómo surgieron estas catequesis?
R.- Me las fue dando unas detrás de otras. Yo le pedí al Señor que me gustaría escribir algo para hablar en su nombre, que es de una belleza infinita, y me vino una catequesis a la mente, salieron una, dos… y como soy atrevido le dije al Señor “si me das 20 las llevamos a publicar”, y me dio 40. Y así fue como nació. Son audios de 13 minutos cada uno.

P.- ¿Están teniendo una gran acogida en los seminarios ¿qué nos puede comentar al respecto?
R.- Digamos que cuando salio el libro, cuyo prologo lo hizo el secretario de la CEE para el aspecto vocacional, tuvo muy buena aceptación. Nos han escrito obispos sobre todo de Latinoamérica, y superiores generales de grandes congregaciones religiosas. De hecho esta traducido al alemán, francés, ingles, portugués, y el italiano que estamos en ello.


P.-Un mensaje final para el lector de la entrevista
R.-Muy breve, pero el que se lo crea va a salir ganando. Decían los santos padres: “Dios creó al hombre para amar y ser amado”, en Jesucristo está todo esto, y en su Evangelio, que son inseparables. Descubramos todos lo que significa primero ser amado por Dios, y desde esa fuente, el amar a los demás. No hay mayor amor, que dar el evangelio, la vida de Dios, a los hermanos.

REFLEXIONES SOBRE EL EVANGELIO DEL Domingo V de Cuaresma Ciclo C (Jn 8,1-11) 7-04-2019


Es cierto que Moisés promulgó que los adúlteros debían de ser lapidados, teniendo en cuenta la praxis de Oriente. Sin embargo, Dios fue instruyendo progresivamente a su pueblo, creando en su seno la misericordia con los pecadores, sea cual fuere su pecado. A pesar de ello, en el Evangelio de hoy vemos a un grupo de escribas y fariseos, hijos de la necedad y la mentira, siempre van juntas, trayendo a empujones a una adúltera ante Jesús, instándole a que se pronuncie sobre si hay que apedrearla o no. Jesús se inclina y escribe sobre la tierra. Es un signo fortísimo que anuncia que Él es quien escribirá la Palabra sobre nuestro corazón de barro, convirtiendo nuestra debilidad en Fortaleza. A continuación dice a los censores que el que esté sin pecado, arroje la primera piedra. Todos se fueron, quedando sólo Jesús y la acusada. La dice Jesús, no te condeno, Vete ... que significa: ponte en camino y no peques más, que quiere decir: vas camino hacia tu Padre,  no vuelvas sobre tus pasos porque hacía atrás la muerte es quien tiene la última palabra sobre el hombre
(Antonio Pavía-Misionero Comboniano)
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miércoles, 3 de abril de 2019

Volveré a buscar (Sal 103)

"Como un padre siente ternura por sus hijos, siente el Señor ternura por sus fieles, (los que lo buscan y no desfallecen)" aunque a veces les parezca que esto no tiene sentido.
Sigue el Salmo: .."porque Él se acuerda de que somos barro.." Claro que se acuerda ...antes incluso de que caigamos ...ya lo ve venir. Pero vuelve a cojer la vasija rota y empieza de nuevo.

Este Salmo es el la profecía del padre del hijo pródigo..

El Salmo dice también: "Los días del  hombre duran como la hierba",
y así nos pasa cuando nos damos cuenta de que se acabaron los dineros .. Se acabó todo lo que pensábamos que era lo que necesitábamos para ser felices y por lo que dejábamos a Dios de lado.  y así hasta que nos ahogamos viendo que ahí no queda nada ...y es cuando piensas : "aquí no hay nada ..volveré a buscar a Dios" ,y si  lo haces de verdad, Él te está esperando con los brazos abiertos para llenarte de besos y vestirte con el mejor vestido: ¡el Evangelio de su hijo! ¡ahí está todo!.. ¡¡busquemos y encontraremos!  es to no lo digo yo lo dice el Señor.

ESTE ES NUESTRO DIOS

Carmen Pérez

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Viendo tu imagen

Jesús, cada vez que veo tu imagen clavado en la cruz, me quedo mirándote con tristeza al ver tu cuerpo destrozado, y la ignominia que has tenido que pasar por culpa de los hombres que endemoniados debían de estar.
Yo te miro y veo un hombre con un hermoso rostro, desencajado por el sufrimiento y el dolor, y que mira al cielo. Allí es donde está Dios.
Veo tu cuerpo muy delgado y como retorcido está, es por culpa de los dolores que  hacen que te retuerzas, pues apenas los puedes aguantar. Veo tu cuerpo ensangrentado, las llagas, las heridas, los grandes clavos que te han clavado en los pies y en las manos para poderte crucificar. Veo esa herida en el costado izquierdo por donde introdujeron la lanza que atravesando tu cuerpo hasta el corazón va a llegar, y la corona de espinas que para hacerte más daño, con ella te quisieron adornar.
Así, no me extraña Jesús que al verte clavado en la cruz, vea reflejado en tu rostro tanto sufrimiento y en tu cuerpo tanto dolor, y sigues mirando al cielo donde te está esperando el Señor para curar tus heridas, no las heridas del cuerpo, esas ya da igual, pero si las heridas del alma, las que los hombres no vemos pues muy profundas están.
Jesús, por todo ello, quiero pedirte perdón, pues con nuestros pecados hemos formado parte de tu calvarío y de tu crucifixión.

(Elia)
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Él nos lo hace posible

"Él hablo y levantó un viento tormentoso que alzaba las olas a lo alto.
Subían al cielo, bajaban al abismo pero gritaron al Señor en su angustia y los arrancó de la tribulación." (Salmo 106) 

Así es como actúa la palabra.. a veces te descoloca y te parece que estás en el cielo ...y otras veces te desanimas porque sabes que eso es imposible para tí.. como: perdonar siempre, amar a los que te hacen daño... en una palabra, el Evangelio te parece cosa de locos...  para tí es imposible....
Pero en tu angustia, te acuerdas que para tí es imposible, pero ¡no para Dios! y el Salmo dice a continuación: "pero gritaron al Señor en su angustia y los arrancó de la tribulación.."
Nos dice que tenemos que gritar, como los discípulos cuando se hundía la barca: ¡sálvanos señor que perecemos! Él nos llama y podemos caminar por encima de todas estas dudas y tribulaciones y confiar día a día un poco más, en que ÉI nos conducirá al ansiado puerto... solo gritemos fuerte, que Él nos está escuchando y nos cogerá de la mano como a Pedro. 

(Carmen Pérez) 
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