viernes, 28 de febrero de 2020

Reflexiones al Evangelio del Domingo I de Cuaresma (Mt 4,1-11)

Finalizado su ayuno en el desierto, Mateo nos dice que Satanás tentó a Jesús tres veces. Nos fijamos en la primera: Haz que estas piedras se conviertan en panes. Parece una tentación trivial sin embargo es muy desestabilizadora. Normalmente Satanás no nos tienta cuando estamos en la cresta de la ola, satisfechos con nuestras metas razonablemente alcanzadas, se aprovecha cuando estamos mal, de bajada, cuando asoman grietas en nuestros pedestales, en definitiva, cuando se hace presente el desierto de la insatisfacción. Es entonces el momento de decirnos a nosotros mismos: No solo de pan vive el hombre sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios. Jesus, Hijo de Dios, es el Pan Vivo enviado por el Padre. Su Evangelio es el Pan de la Palabra lleno de Vida y Espíritu (Jn 6,63) que alcanza su plenitud en el Pan Eucarístico. Ambos, el Pan de la Palabra y de la Eucaristía nos capacitan para adorar a Dios en Espíritu y Verdad (Jn 4,24)

(Antonio Pavía-Misionero Comboniano) 
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jueves, 27 de febrero de 2020

TU CASA

Pisan mis pies tu casa y mi alma se serena
Traigo ante ti mi cansancio y la mano suave de tu palabra calma mis pies cansados
Me pesa el alma, me pesa el mundo y entre los días que pasan me abres la puerta a tu casa, donde te encuentro
Y allí se para el tiempo, nada rompe esta quietud que tu me regalas y me confirma que estás, que siempre has estado, que siempre estarás.
Tu que te haces especialmente presente en mi silencio
Tu , a quien encuentro aunque la vorágine del mundo te esconda

(Olga) 
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martes, 25 de febrero de 2020

Toque Adentrarse

" El que se adentra amorosamente en el Evangelio encuentra en sus páginas palabras de Vida y Espíritu (Jn 6,63b) que le dan la Sabiduría para desentrañar el Misterio de Dios"

lunes, 24 de febrero de 2020

¡Por la mañana sácianos de tu Misericordia, Señor ! Reflexiones al Salmo 89


Antes que naciesen los montes, o fuera engendrado el orbe, desde siempre y por siempre tú eres Dios…
Ya la Antífona inicial nos invita a saciarnos de Dios. Y es que la Palabra de Dios sacia todas las ansias del hombre. En el Evangelio de Marcos, (Mc 14, 13-21) nos cuenta el milagro de “los panes y los peces”. Jesús en su predicación, llegada una hora  avanzada, ante el entusiasmo de la gente, que no se quiere ir, les pide que se recuesten en la hierba, - bellísima imagen de las ovejas  a la escucha de su Pastor -, y realiza el milagro. Y dice concretamente el Evangelio, que al comer el pan del milagro, que representa el Pan de la Palabra, “se saciaron”.
Pues, de esa misma forma, comienza el Salmo, pidiendo a Dios el saciarnos de las mieles dulcísimas de su Palabra.
Y dice el salmista, saciado de Dios, que Él siempre ha estado ahí desde siempre…incluso cuando no le percibía, aun cuando no sentía su Presencia. Incluso, desde antes “que naciesen los montes”. Sabemos que los montes, en le lenguaje bíblico, representan los lugares donde habitan nuestros ídolos…Pues, incluso antes de que nuestros ídolos tomaran posesión de nuestro entender, ya Dios nos tenía presentes en su Pensamiento.
… ¡Cómo nos ha consumido tu cólera, y nos ha trastornado tu indignación!...” Pensemos que la expresión, que refiere a la cólera, o la ira, o la indignación de Dios, más que confundirnos con la idea de una determinada expresión divina que puede infundirnos temor, llevada del “color” de la imaginería oriental, que anuncia con imágenes lo que quiere expresar con palabras, revela una actitud de Dios, que se acerca al hombre para su purificación. Y resuelve la estrofa, con este hermoso versículo: “…pusiste nuestras culpas ante, ti, nuestros secretos ante la Luz de tu Mirada, y todos nuestros días pasaron bajo tu cólera, y nuestros años se acabaron como un suspiro…” Es decir, a la luz del Evangelio, que es la Mirada de Dios, puestos nuestros pecados ante Él, florece el perdón, olvida el Señor las ofensas, y olvida nuestra vida anterior.
Por eso el salmista, llevado en las alas de Dios, pide: “…enséñanos a calcular nuestros años…”; son tantos los años baldíos sin su Presencia, que a lo mejor estamos aún en los pañales de un niño, esperando ese alimento, que “mana leche y miel…” como dirán los profetas.
Y suplica: “…baje a nosotros la bondad del Señor, y haga prósperas las obras de nuestras manos…”.

(Tomás Cremades) 
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viernes, 21 de febrero de 2020

Reflexión al Evangelio del Domingo VII del Tiempo Ordinario. Ciclo A (Mt 5,38-48)

No os resistáis al mal, nos dice hoy el Hijo de Dios,...  frente a insultos, agravios y desprecios, responded haciendo el bien. Jesús pasó por el mundo haciendo el bien, dijo Pedro al centurión Cornelio que quería ser cristiano (Hch 10,38). Pedro hablaba así desde su propia experiencia: despreció a Jesús, jurando que no le conocía, en su Pasión porque quizás, no su vida, pero sí su reputación social, estaba en juego. Jesús, que tiempo atrás le había dicho: ..tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia (Mt 16,18), no tuvo en cuenta este desprecio. Una vez resucitado, fue a su encuentro y confirmó la elección que había hecho diciéndolole: "Apacienta mis ovejas..." Así le traspasó su título de Buen Pastor reflejado en el Salmo 23. Hacer el bien al que te odia, aparte de frenar el mal en seco, es fuente de alegrías eternas en el corazón pues quien así actúa es consciente de que Dios ha hecho posible lo que es imposible a su condición humana.

(padre Antonio Pavía- Misionero Comboniano)
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JESUCRISTO, ROBLE DE JUSTICIA (Meditaciones al Salmo 79)

Es admirable – no encuentro otra palabra más adecuada -, observar cómo la Palabra de Dios, revelada en las Escrituras, y concretamente en los Salmos, se nos presenta en este Salmo. Mucho más, si tenemos en cuenta que se escribió muchos siglos antes que incluso naciera Jesús. Digo esto porque hay unos versículos que retratan exactamente sus inicios. Dice así: “…Sacaste una vid de Egipto, expúlsate a los gentiles y la trasplantaste, le preparaste el terreno y echó raíces hasta llenar el país…”
Jesucristo se proclamará más tarde como la Vid verdadera: “…Yo Soy la Vid verdadera, y vosotros los sarmientos…” (Jn 15, 1-8)
Y es que Jesús fue llevado nada más nacer a Egipto, por orden de Dios, enviando un ángel a José, para huir de las garras de Herodes. Y desde allí, cuando se cumplió el tiempo oportuno, volvió a Nazaret. En palabras del salmista, fue “trasplantado”. No fue arrancado, sino que, “trasplantado”, conservó todo su poder, belleza, y Sabiduría, para ejercer su Misión: el envío del Padre.
Y este “trasplante” fue perfecto, como no podía ser de otra manera, pues era Voluntad de Dios. Sabemos que al trasplantar un árbol, - en este caso, el Roble de Justicia, por excelencia: Jesucristo-, se ha de abonar el terreno. Pues en este caso, Dios Padre preparó el terreno, la venida de Jesús,  con el anuncio del Bautista: “…Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo, porque irás delante de Dios a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados…” profecía de Zacarías, esposo de Isabel, exultando de gozo por el nacimiento de su hijo, Juan.
Continúa el Salmo: “…su sombra cubría las montañas…” Curiosa apreciación que no nos puede pasar desapercibida. En la anunciación del ángel Gabriel a María, después del saludo, le dice: “…la Fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra…”, para explicarle cómo se produciría la Encarnación de Dios en ella. Identifica la Sombra del Altísimo con su Fuerza, que, como sabemos, significa en la Escritura el Poder de Dios, su Santo Brazo.  Pues este Poder, esta Sombra, cubría hasta las montañas…su Poder prevalecía sobre los montes, que, representan los lugares donde habitan los dioses humanos…Toda la Escritura, Palabra revelada por Dios, está sí perfectamente construida, perfectamente ensamblada.
Si vamos a Isaías, aclararemos un poco la expresión “Robles de Justicia”. En hebreo, roble se traduce por “ayil”, que, literalmente significa: Algo fuerte, un apoyo fuerte. Y Roble de Justicia, es pues algo que siendo fuerte se ajusta a Dios. ¡Qué maravillosa revelación!
Cuando Jesús inicia su vida pública, se presenta un día en la sinagoga y le eligen para la lectura. Abre el rollo del libro, y lee en Isaías 61: “…El Espíritu del Señor está sobre mí porque me ha ungido: para anunciar la Buena Nueva a los pobres, vendar los corazones rotos, pregonar la libertad a los cautivos, y anunciar un año de gracia de Yahvé…” (Is 61, 1-3) Y continúa más adelante: “…se les llamará “robles de justicia”, plantación de Yahvé, para manifestar su Gloria…”
Cuando Jesús terminó esta lectura dijo: “…Esto que habéis oído se cumple hoy en Mí…” (Lc 4, 16-23) En Él se cumple la Escritura, como Él mismo revela, es el excelso “Roble de Justicia” que se ajusta a Yahvé, es el “Ayil” hebreo, la Roca firme, el apoyo del cristiano, del discípulo.
Para terminar, podemos pensar aquella frase de Isaías: “…sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación…”(Is 12,1-6), para indicar que, las aguas que Dios nos permite meditar, son el mismo Jesucristo, el agua Viva, que nos alimenta de su Fuente, tal y como explicó a la Samaritana. Y entonces podremos exultar de gozo: “… ¡Qué grande es, en medio de Ti, el Santo de Israel…”

(Tomás Cremades) comunidadmariamadreapostoles.com

miércoles, 19 de febrero de 2020

PERO…¿ QUÉ LUGAR BUSCAMOS?

Pero qué lugar buscamos en el mundo, si tenemos el mejor: la primera fila, ante ti, capaces de verte y capaces de escucharte

¿Qué otro lugar, inventado por los hombres o por nosotros mismos en nuestra carrera errática puede superar el que me reservaste el día que lanzaste un hilo desde el cielo y ataste mis sentidos a ti para poder verte, escucharte y entenderte?

Me diste la necesidad de buscarte desde el momento que abro mis ojos al nuevo día, retiraste el velo de tu voz que resuena en la tierra sólo para los que tú quieres, los que pequeños, casi nada, que levantan sus ojos al cielo pidiendo tu luz
¿Qué otro sitio puede haber mejor que éste?

¿A qué gloria aspiramos si vivimos envueltos en tu atenta mirada, si nos has puesto ojos en el alma y vemos el mundo por detrás de su escenario y descubrimos el dolor de los hombres más allá de lo que muestran?

Si supiéramos que el mundo no nos humilla porque tú nos recoges, si nos diéramos cuenta que todo lo que somos y tenemos está guardado en tu seno, viene de ti y vuelve a ti, no habría tiempo para lamentar, para buscar en el mundo lo que ya hemos ganado, lo que tu mano de Padre nos entrega cada día. 

(Olga) 
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lunes, 17 de febrero de 2020

Toque Vencer al odio

Todo discípulo del Señor Jesús,al igual que Él, puede decir cuando sus enemigos le eleven en la Cruz: ¡He vencido al odio y el  Amor se ha apoderado de mi!


La ley del talión

Dijo Jesús a sus discípulos: “Habéis oído que se dijo: amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo”. Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir el sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿Qué premio tendréis? Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto” (Mt 5, 43-48)
No falta en estos tiempos que corren, quien diga que todas las religiones son iguales, o parecidas, que los preceptos que indican son similares… ¡gran error! Sólo la religión Católica, basada en los Evangelios y la Sagrada Escritura conserva íntegra la revelación de Dios, transmitida a su Hijo Jesucristo. Sólo Él nos enseña a amar a los enemigos, a los que no nos quieren, a los que nos hacen daño, a los que nos persiguen, a los que nos difaman.
Y lo dice con un pensamiento de los más lógico: ” … si amáis a los que os aman, ¿Qué premio tendréis? Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? ...”
En el libro del Éxodo, al comienzo de los tiempos, escrito por Moisés, libro revelado de la Escritura, se contempla algo totalmente diferente; es lo que se denomina: “la ley del talión” o “la ley del ojo por ojo y diente por diente”. Lo podemos leer en Éxodo 2 y ss.
Y es lo que realmente “nos pide el cuerpo”: si alguien me ha hecho daño, yo respondo igual, y, si puedo, con el doble de daño. Así se sacia mi venganza. Un refrán castellano nos dice: “la venganza es el placer de los dioses”. Y, como todos los refranes, que son fruto de la sabiduría popular, tiene una gran, grandísima, parte de razón. 
La venganza es el placer de los dioses, sí. Pero de esos “dioses” que todos llevamos dentro, fruto del pecado original: el dios venganza, que me ofrece placer personal, el dios “ego”, que eleva mi pedestal” desde donde me elevo por encima de los demás, considerándolos inferiores…Esos “dioses” fruto de nuestra propia maldad.
Entonces, ¿por qué está así en la Escritura, siendo revelación de Dios? Dios hace un camino de fe con el hombre, de la misma forma que el pueblo de Israel hizo su propio camino de fe durante cuarenta años por el desierto. Ya sabemos que el número cuarenta es un número simbólico, que representa “toda una vida”. Y en este camino de fe progresiva, va amasando nuestro barro. No en vano dijo Jesús: “…no creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas, sino a darle cumplimiento…· (Mt 5,17)
Y, así, va poco a poco, con paciencia, limando nuestros pecados y defectos. Pedro nos dirá: “…tened presente que la Paciencia de Dios es la garantía de nuestra salvación…” (2P. 3,15)
Continúa Jesús: “el Padre hace salir el sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos”.
No podemos hacer pasar desapercibida esta frase. Parece que se sale del contexto el sol y la lluvia. Es verdad que el sol y la lluvia caen sobre buenos y malos. Pero aquí toma otra fuerza mucho más sutil. El Sol, con mayúscula, representa a Jesucristo; lo leemos en el canto del Benedictus; “…nos visitará el Sol que nace de lo Alto…” (Lc 1, 78). Ahí está la revelación: Jesucristo visita constantemente a buenos y malos, sale en su busca como el Buen Pastor (Jn 10,14).
De la misma forma, la lluvia, en el lenguaje bíblico representa la Palabra de Dios, que, igualmente, cae sobre justos e injustos, sobre buenos y malos. Si leemos el libro de Ezequiel, el Señor dice textualmente: “…derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará …” (Ez 36,25) En el encuentro de Jesús con la mujer samaritana, le dice: ” …el que beba de Esta agua ya no tendrá más sed… (Jn 4,14). Más adelante dirá: “…si alguno tiene sed venga a mi y beba el que crea en mi…” (Jn 7,37)
 Textos todos en los que Jesús se declara como esa Agua purificadora, profetizada ya por Ezequiel. Pues bien: esta lluvia es derramada sobre justos e injustos. Y “justo”, no es el que no ha pecado, sin el que “ajusta” su vida al Señor Jesús.

(Tomás) 
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viernes, 14 de febrero de 2020

Reflexiones al Evangelio del Domingo VI T. Ord. Ciclo A (Mat 5,17-37) 16_02_2020

Podríamos resumir el Evangelio de hoy,  a esta exhortación de San Pablo: "La letra mata, sin embargo el Espíritu vivifica" (2 Co 3,6).  Nos quiere decir que nadie puede cumplir el Evangelio en cuanto código escrito, pero sí con la Fuerza del Espíritu que aletea en sus páginas.
Intentar cumplir el Evangelio buscando ser perfectos así sin más, significa no haber entendido el Don que nos ha traído la Encarnación del Hijo de Dios. Hemos de acoger el Evangelio como dice San Agustín, con el amoroso deseo de concebirlo en la médula del alma. Jesús vino a llenar la Palabra de Plenitud, esto es lo que significa en la espiritualidad bíblica el verbo cumplir y esto es lo que Jesús nos ofreció cuando al morir grito ¡Todo está Cumplido! y a continuación entregó su Espíritu (Jn 19,30). No podemos ir al Evangelio con ínfulas farisaicas, creyendo que está a nuestro alcance y que solo genera personas que viven  de apariencias o fanáticas. Hemos de ir al Evangelio, con la debilidad en nuestras manos pero también con tanto Amor y Pasión por nuestro Buen Pastor, que Éste abrigue nuestras carencias con su Fuerza.

(P. Antonio Pavía- Misionero Comboniano)
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martes, 11 de febrero de 2020

LA PERSEVERANCIA

Sólo existe un camino para conocer a Dios, el de la perseverancia

A él se llega cuando se comprende y se abraza el convencimiento de que, si estamos en Dios, todo lo que ocurre, conduce a Dios
Cada vez que te sientas pequeño y abandonado, asediado por la vida
Cada vez que no tengas fuerzas y te falte la respiración, piensa que Dios te mira y convertirá cada una de tus lágrimas en razones para asegurar tus pasos y conducirte a la luz.

Es difícil entenderlo pero esa es la forma en la que Dios nos descubre su Vida
Despacio, perseverando, con nuestra mirada fija en Él , cargados de una fe que no traiciona y apoyados en la promesa que nuestro Señor selló con su muerte en la Cruz. 

(Olga) 

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domingo, 9 de febrero de 2020

Toque: Que Dios te rapte

Lo más bello que podemos decir a un amigo es: ¡Que Dios rapte tu corazón y tu alma! Toca después a la persona, dejarse raptar por Dios, que nos rapta con el lazo del Evangelio.

viernes, 7 de febrero de 2020

Reflexiones al Evangelio del V Domingo del Tiempo ordinario Ciclo A. (Mt 5,13-16) 9-2-2020

En este Evangelio, Jesús dice que sus discípulos son la luz del mundo y que ésta no debe de ocultarse en un celemín. Se refiere a quienes esconden el talento recibido (Mt 25,18) y también, o sobretodo, al intento de los hijos de las tinieblas que al verse desenmascarados por la luz, arrinconan... desprecian e incluso persiguen, a aquellos que por seguir a Jesús son la luz del mundo. Lo hemos visto en muchos Santos y se da también en innumerables personas que no buscan otra gloria que la de alcanzar el Discipulado. A todos ellos, llegado el momento previsto por Dios, Él mismo les eleva del celemín a lo alto del candelero para que iluminen toda tiniebla de sus hermanos... de la Humanidad entera. 
Veamos el ejemplo de San Pablo, el gran apasionado por Jesús y por su Evangelio, lo que le llevó más de una vez a las cárceles en las que escribió sus cartas que prendieron infinidad de luces en innumerables personas. Poco antes de ser martirizado estuvo prisionero en una celda subterránea de la cárcel Mamertina en Roma. En ella, escribió su segunda carta a Timoteo... la más tierna y personal de todas. Dice a Timoteo que aunque está prisionero por Jesús, la Palabra no está encadenada (2 TM 2,9) Así fue.. a pesar del celemín de su celda.. La Palabra que llevaba en su alma y corazón voló veloz y sigue volando por todo el mundo (Sl 147,15).

(Antonio Pavía-Misionero Comboniano) 
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miércoles, 5 de febrero de 2020

Hay un lugar escondido

Hay un lugar escondido dentro de mí, un lugar de incalculable belleza…de incalculable valor. Podría asemejarlo a un extenso jardín rebosante de rosas rojas, o a una tierra cuajada de millares de piedras preciosas, o a un inmenso lago de nítidas aguas, donde pequeñas libélulas de colores plateados se reflejan como en un espejo, danzando envueltas en una brizna suave de aire fresco.
 Mas… nadie puede entrar… 
sino solo Tú, mi Señor, sino solo yo... solo los dos.
Surge cuando tu estas aquí… junto a mí,
cuando yo estoy ahí, junto a ti…
y si acallo los ruidos y si el silencio me envuelve y si cierro los ojos y  si respiro entre arrullos de calmada quietud … solo entonces, solo en ese instante de un tiempo inexistente ,porque  no hay tiempo ni hay instante… mi voz te llama y mi alma arropada en la oscuridad se prepara, aguardo en sigilo , respiro en Tu aliento, y oigo Tu voz que con dulzura me dice… levántate amada mía, ven! asómate a la ventana que llego brincando y saltando de gozo como  un  cervatillo, bajando por el sendero de la colina…  solo por estar contigo. 
El sol se levanta lentamente entre las montañas y tu figura es bella cuando tu sombra más cerca se acrecienta, los campos se han cubierto de espigas que se alzan erguidas hacia el cielo; buscan la luz de tus ojos, la suave brisa de Tu soplo que da vida,
te miro sonriendo me miras con tu dulce sonrisa, tus ojos se derraman en los míos hablándome en lo secreto y un torbellino de delfines afloran alborotados de júbilo sobre las olas de mi pecho…todo a mi alrededor, lentamente, se va desvaneciendo, queda el silencio de Tus rosas rojas, la quietud que emana del brillo de Tus piedras preciosas, el abandono en la luz que Tus aguas reflejan …y oigo tu voz que con dulzura me dice. Ven!, entremos, cerremos la puerta.
Loles

lunes, 3 de febrero de 2020

EPULON Y LAZARO

Ambas nombres se recogen en la parábola que relata el Evangelio de Jesucristo según san Lucas (16.19-31). Remito al lector el texto completo, sacrificándolo en aras de poder explicar algunos matices del mismo.
Los personajes son ficticios, no necesariamente reales, pues el Señor, en sus catequesis (*) hace resonar su Palabra en los oídos de sus discípulos.
Y emplea dos nombres que, ya de por sí, tiene significado en el texto evangélico. Epulón se denominaba a los sacerdotes de la antigua Roma que dirigían los banquetes que se hacían a los dioses para aplacar su ira; controlaban la calidad del rito al objeto de evitar faltas en el mismo. Etimológicamente viene del latín “epulo, banqueteador o comilón”.
La palabra Lázaro proviene etimológicamente de Eleazar, que significa “Dios me ayuda”.
Eleazar era el tercero de los hijos del sacerdote Aarón, hermano de Moisés.
Por tanto, Jesucristo ya está dando a entender cómo son ambos personajes. Sabemos que, según el relato evangélico, Epulón fallece y es enterrado, y sufre las penas del Hades. El “Hades” es la expresión gregorromana del infierno, de forma que Jesús está ya hablando para un público no sólo judío, sino también griego y romano.
Lázaro es llevado “al seno de Abraham”, expresión bíblica del Cielo. Y continúa el texto anunciando los terribles sufrimientos del Hades o infierno, en forma de “llamas”. Epulón levanta los ojos, y al igual que el Salmo 120:” …levanto los ojos a los montes, ¿de dónde me bien el auxilio? El auxilio me viene del Señor…” implora compasión. Pero ya es tarde, le dice Abraham, al que Epulón llama “padre Abraham, pues nadie puede pasar del cielo al infierno y viceversa.
Epulón se sabe culpable, pero, ante la imposibilidad de la situación, pide que Lázaro moje su lengua con el dedo recién refrescado en agua.
Nuevamente yerra en su petición, y, no obstante, insiste en el bien, ya no suyo, sino de sus hermanos. Pide que vaya Lázaro a avisarles. La respuesta de Abraham es fulminante: “…tiene a Moisés y los profetas, ¡que los oigan!” No dice ni siquiera que los escuchen; ¡se conforma con que los oigan!
Epulón insiste: “... ¡si ven a un muerto se convertirán!” Y nuevamente Abraham le fulmina: “…si no oyen a Moisés y a los Profetas, tampoco se convertirán, ni aunque un muerto resucite…”
Magistral respuesta de Abraham. Magistral la enseñanza de Jesús, que pone en boca de Abraham esta profecía: Tampoco muchos creerán la resurrección de Jesucristo, habiéndole visto muerto. El tiempo ha dado la razón


(*) Catequesis: palabra griega que viene del verbo ϗατ€ϗ€ꞷ (katekeo) que significa: “poner en resonancia la Palabra de Dios, o hacer resonar la Palabra de Dios”

(Tomás) 

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sábado, 1 de febrero de 2020

Reflexión al Evangelio de La Presentación del Señor ciclo A ( Lc 2,22-40) 1-02-2020

Hoy celebramos la Presentación de Jesús en el Templo. Lucas nos habla de un anciano llamado Simeon de quién nos dice que        " esperaba la consolación de Israel," es decir al Mesías. Simeon que un poco como Abraham espera contra toda esperanza representa a todo buscador de Dios.No le busca para adornar su vida más o menos satisfactoria sino porque como nos pasa a todos,por su corazón vagan preguntas huérfanas de respuestas que le inquietan.Tambien dice Lucas que el Espíritu Santo había revelado a Simeon que no moriría sin antes ver con sus ojos a Jesús,la Respuesta a sus inquietudes.Con esta esperanza y como diría Henry Bergson impulsado por las intuiciones de su alma va al Templo.Se encontraría con no pocos niños para ser también presentados por sus padres.Sin embargo los ojos de Simeon se fijan en Jesús a pesar de que no lleva distintivo alguno.El anciano lo toma en sus brazos y alborozado exclama: Ahora Señor ya puedo morir en paz porque mis ojos han visto a mi Salvador.Exulto de gozo..no era para menos..! Había encontrado la Vida! (Jn 14,6)
(Por el padre Antonio Pavía-Misionero Comboniano, comunidadmariamadreapostoles.com