domingo, 9 de octubre de 2016

Poemas II.- A TUS PIÉS.- (por Olga Alonso)


Y aconteció que, prosiguiendo ellos su camino, Jesús entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Y ésta tenía una hermana que se llamaba María, la que, sentándose a los pies de Jesús, escuchaba su palabra.


Lc 10; 338-39


A TUS PIÉS


 


A tus pies , plantada mi vida en tu orilla


Ahí quiero estar


Ahí donde no sienta el calor del sol y mi vida discurra sin prisas,


Con tu agua corriendo por las venas de mi alma


Con la quietud de tu Paz


Ahí donde sólo sea mi deseo escucharte 


Y vivir en ti


El lugar que deberíamos elegir sin pensarlo


El lugar al que pertenecemos, a tu lado, en tu orilla


Pero cada día esta condición que nos limita,


Nos impone una vida arrastrada hacia ningún lugar


Lejos de tu paz, de tu quietud de tu caudal de agua infinita


Y ahora paro, y rezo, y me sujeto a ti 


Y tú arrastras de nuevo mi vida a tu quietud


Aquí de nuevo, reconozco tu rostro, tus pies tu mirada


Aquí de nuevo, tu Paz infinita
¡Gracias, Señor!


Y Samuel creció, y Dios  estaba con él, y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras.


Y todo Israel, desde Dan hasta Beerseba, conoció que Samuel era fiel profeta de Dios.


1 Sm 3; 19-21


 

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